El gran déspota

Hace tiempo que la Ribagorza y el Sobrabe se nos quedaron pequeños. Dominamos ya toda la zona del Rosellón y la Cerdaña, pero todavía anhelamos conquistar mas territorios.


LLevo tiempo diseñando lo que mis ejercitos van a hacer. Atacarán con el alba, por sorpresa. Nuestros enemigos se esconderan de nosotros como sargantanas asustadas. Y no tendré piedad. Mataré a todas sus crías para evitar que busquen vengarse y acaben con nuestro imperio un día no muy lejano.


No soy yo el que quiere más, es mi pueblo el que quiere más. Y estoy convencido que ellos aguantaran las penurias mas intensas y la miseria mas atroz con tal de llevar el nombre de Aragón  a todos los reinos de este mundo.


Y entonces se abrio la puerta de golpe y olvidé mis pensamientos, porque era mi padre.


¡Mostrenco, sal ya de la cama!, ¡y a la era!... ¡Ni rechistes!.... ¡Farute, que eres un farute!!!