Futuro hacia el pasado

Desde que tuve noticia del fallecimiento de mi abuelo hace unos meses y de su testamento, en el que me dejaba por herencia la casa del pueblo y el terreno de viñas, una idea me rondó por la cabeza, y no era otra que dejar Barcelona y la situación de paro que me atenazaba para volver a Abiego, mi pueblo, empezando de cero y volviendo a las raíces, al mundo rural en el que crecieron mis antepasados.


Por eso mientras voy en el coche camino del pueblo, siento que he tomado la decisión correcta, mirando al futuro con optimismo, recordando los sabores y aromas de antaño, y rememorando aquellos enriquecedores paseos por las viñas con el abuelo o los cuentos tradicionales que me contaba la abuela al acabar el día, costumbres que añoro cuando la soledad de mi apartamento se hace presente.


Ya estoy llegando al pueblo y un remolino de emociones y esperanzas me envuelve por la oportunidad que mi tierra, Aragón, me brinda de empezar de nuevo.


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