Regreso al pasado

De repente desperté en la Plaza España, sin embargo todo era diferente, el tranvía que conocía había sido sustituido por otro de aspecto futurista, las calles empedradas por las que yo andaba del Coso, estaban perfectamente asfaltadas, las pequeñas farolas que atravesaban el P° de la Independencia se habían convertido en grandes postes con forma de horca que alumbraban toda la avenida, los enormes televisores con 8 canales para los 2 canales que yo conocía, habían sido sustituidos por enormes pantallas planas con cientos de canales, los niños ya no jugaban en la calle sino en sus casa con unas máquinas que llamaban videoconsolas, los adolescentes ya no consultaban sus dudas en la enciclopedia, sino en una computadora con algo llamado internet y hasta las grandes páginas del Heraldo de Aragón ahora lo leían en una pequeñas pantallas llamadas tablets. Menos mal que desperté de ese mal sueño y todo volvió a la normalidad del año 1950, pero como saben "los sueños, sueños son".