Tentación

Esta primavera he subido al Moncayo en un día claro y he visto, al nordeste, los Pirineos con las cumbres aún nevadas.

Disfrutaba del vasto paisaje y de la transparencia del aire cuando se me apareció Satanás y me dijo al oído: "Todo esto que ves será tuyo si, postrado de rodillas, me adoras". Después de meditar unos segundos, le respondí: "Vamos a hacer una cosa, chavalote. Me das un par de semanas de plazo, me subo al Zugspitze, miro al norte y me repites la propuesta, ¿vale?". Satán puso entonces cara de profunda indignación y desapareció entre una nube de humo. Es una lástima, porque tengo algunas buenas ideas para gobernar aquellas tierras sin que mis decisiones joroben al resto del mundo...