Tatuajes

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La treintañera seguía con su Blackberry en la oreja. Su voz chillona destacaba como una bandurria desafinada.

- Mira, yo en el pecho izquierdo llevo tatuado el árbol de Sobrarbe, símbolo de la vida, la ciencia y la justicia -todos los oyentes involuntarios miramos hacia la blusa que mantenía oculta tanta historia.

- …cuando volvimos a primera me tatué en el vientre el escudo del Zaragoza con la bandera de Aragón.

La rubia siguió describiendo su anatomía con precisión topográfica.

- En el hombro izquierdo…

Los pasajeros del 34 nos quedamos con las ganas de hacer patria repasando la epidermis de la ilustrada pasajera puesto que se abrió la puerta y descendió en la plaza de las Canteras.

Cuatro paradas más allá llegué al final de trayecto. Cementerio de Torrero. En el rótulo luminoso del amplio vestíbulo localicé la información que buscaba. D. Juan Andreu Pina, sala 24, capilla 2.

Mi mejor amigo.

A Juan siempre le había encantado descubrir tatuajes en los escotes femeninos.


Moncada