OFRENDA A LA VIRGEN

Claveles y gladiolos para el gran día

Las floristerías de la capital aragonesa atienden pedidos desde unos quince días antes de la Ofrenda, aunque la mayoría de los clientes se pasan el día de antes.

Pilar y Victoria en 'El Jardín de Paula'
Pilar y Victoria posan en 'El Jardín de Paula'
P. B. P.

Alrededor de 400.000 personas asistirán este miércoles a la tradicional ofrenda de flores, cada uno con su correspondiente ramo de claveles o gladiolos. Los floristas de Zaragoza atienden sus pedidos desde “hace 10 o 15 días”, aunque la mayoría de baturros no pasarán a recoger sus ofrendas hasta el día de antes.


“Muchos me vienen ya vestidos el mismo día del Pilar”, señala Victoria Alfonso de ‘El Jardín de Paula’. Ella y su hermana Pilar llevan ya 14 años en este puesto de flores de la calle Torrenueva, concretamente desde que su hija Paula tenía seis añitos y decidieron poner su nombre al negocio. “Ahora mi hijo pequeño me pide uno con su nombre", comenta Victoria entre risas.


A pesar de la crisis, zaragozanos, aragoneses y foráneos siguen comprando sus flores para llevárselas a la Virgen del Pilar, si bien muchos de estos clientes recortan ahora el presupuesto. “Si en una familia se visten cuatro, en vez de irse con una docena de clavel con media de gladiolo, se llevan la docena y tres gladiolos”, explican. Por su parte, los peques del hogar se van con media docena.


En cualquier caso, claveles y gladiolos siguen siendo “los reyes” de estas fiestas, aunque cada vez más gente se decante por las margaritas. Según señalan, la razón de este auge no está en el precio, sino en el estilo, ya que al ponerse de moda los trajes de campesina parece que este tipo de flor va más acorde con la vestimenta.


El precio de la docena de claveles oscila entre los 12 y los 20 euros, según el arreglo que lleve el ramo, mientras que las margaritas -que se venden por vara- pueden costar de 6 a 12€. En cuanto a colorido, lo más demandado es el blanco. “Todos quieren vestir el manto de la Virgen, aunque vengan a última hora”, confiesan. Centros, banderas y cestas pasarán a decorar el manto metálico llenándolo de variedad y color.


Por su parte, las dos hermanas, que atenderán pedidos hasta el mismo día del Pilar, tendrán que enfrentarse ahora al cambio de recorrido. Hasta ahora su privilegiada posición –visible desde la calle Alfonso- hacía subir sus ventas el día de la Ofrenda, que “se atiende a mucha gente de fuera”. “Este año tengo que experimentar aún lo que va a pasar", confiesa Victoria.

Florista desde la infancia

Javier Escorihuela, que regenta una pequeña floristería de toda la vida en la calle del Coso, puede ser uno de los que se beneficien del nuevo trayecto, aunque según señala, “al estar en pleno centro siempre vienen de todas partes".

Su pasión por este oficio, en el que lleva ya más de 25 años, le viene de la infancia. "Mi familia cultivaba flores en el campo", cuenta.


El clavel y el gladiolo se quedarían "anticuados" en su floristería de no ser por la Ofrenda y los miles de baturros que ansían tejer el manto de la Virgen.


Javier, por su parte, recibe pedidos desde el día tres de octubre hasta el mismo día del Pilar, cuando acuden a él “los más rezagados”. La docena de claveles con tres gladiolos asciende en su negocio a 25€, mientras que el paquete de margaritas cuesta unos 12. “La mayoría de ramos los recogen las mujeres, aunque luego los lleven también los hombres”, apostilla.

'Flores Marbid'

Algo similar ocurre en Flores Marbid, donde al menos tres generaciones de baturras acuden estos días a encargar sus ramos para el día 12. Conchita Martínez Embid lleva 27 años al frente de este puesto de flores cercano a la Puerta del Carmen en el que ahora trabaja también su hija. “Puse la floristería de soltera y ahora la niña ha cogido la pasión por el oficio".


Madre e hija atienden cada año a clientas de varias generaciones a las que han elaborado desde sus flores bautismales hasta los ramos de novias. "Vienen también muchas abuelas con sus nietecicos porque ya se sabe que ahora las abuelas cada vez ayudan más en casa", comenta. Las hay también que les piden tres clavelitos o una rosa “para que el niño pueda cogerlo”.


Además, cuentan también con una clientela más reducida de particulares que apuestan por flores exóticas como los anthurium -de colores variados- las orquídeas o las gerberas.

En cualquier caso, hay muy pocos que busquen ir a juego porque según señalan, "todos miran más el manto de la virgen que el suyo".


Cada vara de margaritas cuesta entre 2 y 2,50€, mientras que el ramo de claveles asciende a 12€ -sin arreglar- y 16 arreglado. “Prefieren llevarlo con celofán –aunque luego lo quiten- para no mancharse el vestido”, explican.


La mayoría lo recogen el día 12, por lo que hasta entonces, Conchita no sabrá en qué medida le afectará el nuevo recorrido. "La gente dice que va a pasar igual", comenta.


Cientos de miles de personas llegadas de todos los puntos de Aragón y de muchas regiones de España desfilarán este miércoles por las calles de Zaragoza con sus trajes regionales para desembocar en la plaza del Pilar. Allí entregarán sus flores a la Virgen, y con ellas se confecciona un enorme manto multicolor.


Por su parte, los floristas de la capital aragonesa se mantendrán en sus puestos atendiendo hasta el mismo día de la Ofrenda, y es que mientras la tradición siga viva, sus flores seguirán tejiendo el manto de nuestra patrona.