Elegir el mejor producto
A continuación, se ofrecen una serie de recomendaciones que hay que tener en cuenta a la hora de elegir el colchón:
Si se tienen problemas de espalda, de huesos o mala circulación: lo más recomendable es hablar directamente con el médico especialista, que podrá dar indicaciones más precisas en función de la patología. En cualquier caso, se aconseja el uso de un colchón de firmeza media. Un estudio reciente realizado por el doctor Andrés Peña, del Servicio de Rehabilitación del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, realizado sobre 365 pacientes con lumbalgia inespecífica, demuestra que un 70% de los pacientes mejoraron la calidad de su descanso solo con cambiar su colchón por uno nuevo. La mejoría fue notable en aquellos paciente a los que se les proporcionó un colchón de firmeza media.
Si se suele pasar calor: sería recomendable probar un colchón de muelles, dada la gran ventaja de la ventilación interior. Dentro de este grupo existen multitud de acabados y de niveles de confort. De este modo, para complementar el interior del colchón, sería bueno que este tuviera acolchados con fibra.
Por último, en la ropa de cama se puede utilizar una funda protectora de Outlast, como la que ofrece Pikolin Home, un material que aporta sensación de frescor y que contribuye a reducir los picos de temperatura que suelen darse durante el periodo de sueño.
Si se suele pasar frío: en este caso, la solución es buscar productos con acolchados generosos que proporcionen una buena capa de aislamiento. Un ejemplo de ello son los colchones de la serie Eurotop® de Pikolin, que reúnen todas las condiciones para un adecuado descanso: ergonomía, adaptabilidad y buena acogida.
