El sueño, otro dolor de cabeza

Aunque la predisposición a la migraña tiene un carácter genético, existen algunos factores ambientales que la desencadenan y determinan su frecuencia. Entre ellos, la alteración del ritmo del sueño, que es responsable del inicio del 35% de las crisis, por detrás del estrés, que es el principal detonante, y por delante de factores como la dieta o el consumo de alcohol.

La relación entre el sueño y la migraña, así como con el resto de dolores de cabeza, es muy estrecha. Desde el Instituto de Investigaciones del Sueño, se pone de manifiesto que aproximadamente la mitad de los pacientes con migraña manifiestan dificultad a la hora de iniciar o mantener el sueño y el 38% duerme una media de 6 horas o menos por noche. Además, es al despertar cuando se incrementa la frecuencia y la gravedad de este trastorno.

Por otro lado, estos pacientes presentan con frecuencia somnolencia excesiva durante el día, lo que puede ser, a su vez, consecuencia directa de la propia jaqueca. También es la somnolencia uno de los denominados síntomas premonitorios de la migraña, que se pone de manifiesto con bostezos repetidos e incontenibles.

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