COMPARATIVA

Dos modelos de amplio espacio para olvidarse de estrecheces

Más que un equipamiento desbordante o una terminación inmejorable, el verdadero lujo para viajar en familia consiste en tener una amplitud sin reservas. Es en ese sentido donde los Renault Espace y Seat Alhambra aportan una ventaja incontestable frente a las berlinas familiares de gran tamaño.

Imagen del Seat Alhambra
Dos modelos de amplio espacio para olvidarse de estrecheces

Al Renault Espace le cabe el honor de ser el primer monovolumen europeo, pero desde que apareciera la primera generación, allá por el año 1984, casi todos los fabricantes generalistas se han incorporado a un segmento que goza hoy día de una gran aceptación. Uno de ellos es Seat, que el año pasado estrenó una edición nueva del Alhambra y que rivaliza con el Espace por convertirse en el monovolumen de gran tamaño más versátil y de mayor aceptación. Pero entre uno y otro hay diferencias.


La primera es el tamaño; el Alhambra llega a los 4,85 metros de longitud frente al Espace. La segunda es el diseño de las puertas traseras, que en el Renault se abren de forma convencional y en el Seat son de tipo ‘corredera’, lo que deja una boca de entrada a la segunda fila más amplia y permite abrir las puertas en lugares estrechos. A ello se añade que el Espace no cuenta con los rasgos estéticos de los últimos Renault, a diferencia del Alhambra, que sí tiene los más recientes de Seat.

Pero quien se decanta por un monovolumen de gran tamaño lo hace buscando espacio y el interior más práctico posible. La altura hasta el techo del Espace es extraordinaria y en su salpicadero hay infinidad de huecos. El Alhambra es menos práctico porque cuenta con menos huecos, aunque en este, como en su rival francés, la comodidad de las butacas delanteras es soberbia y la visibilidad en todas las direcciones resulta magistral.


En las plazas traseras hay tres asientos independientes y es justo dar a estos dos modelos un empate en lo que toca a espacio para las piernas y visibilidad, aunque en el Alhambra se tiene la sensación de ir un poco más anchos. Seat ofrece la opción de unos asientos de tercera fila escamoteables por 753 euros, mientras que en el Renault esta opción costará 1.000 euros. En cualquier caso, contar con siete plazas limita en ambos el maletero hasta dejarlo en poco más de lo ofrece un simple utilitario.


Los argumentos mecánicos son un calco: motores 2.0, culatas con 16 válvulas, inyección directa por conducto común, turbos de geometría variable e intercooler. El Espace entrega 173 cv a 3.750 rpm y libera 360 Nm a 1.750 vueltas, gracias a lo cual alcanza 204 km/h y pasa de 0 a 100 en 9,8 segundos. La potencia del Alhambra es similar (170 cv) aunque llega un poco más tarde (a 4.200 rpm), y también queda por debajo el par máximo de 350 Nm. Sin embargo, pesa un poco menos y esto le ayuda a alcanzar los 210 km/h y a tardar 0,3 segundos menos en el 0 a 100. Además, el consumo medio es solo de 5,8 l/100 km, frente a los 7,3 del Espace.


Respecto a los cambios, en ambos casos son manuales de seis velocidades. El manejo es muy preciso en los dos y las relaciones son muy similares, aunque las tres primeras marchas son más cortas en el modelo hispano. En ambos es vital la comodidad interior y para ello hace falta un gran equipamiento. El Espace diésel de 175 cv solo está disponible en una versión Initiale que incluye de serie faros bi-xenón, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, tarjeta ‘manos libres’, climatizador de dos zonas, navegador TomTom, llantas de 17”, pintura metalizada y tapicería de cuero. El Alhambra está disponible en un acabado Style Ecomotive que lleva tapicería de tela y carece de navegador.