Infiniti: nuevos modelos para una marca en crecimiento

La llegada hace unos meses del Q50 está ayudando a consolidar una marca cuyo estandarte es el FX (QX70)

El último en aparecer ha sido el Q50, pero el FX (QX70), en la fotografía, es el más carismático de la marca
Infiniti: nuevos modelos para una marca en crecimiento

Se cumplen dos años de la apertura del concesionario Centro Infiniti Zaragoza, con el que la marca de lujo nipona se instaló en la capital aragonesa. Cada vez son más quienes empiezan a reconocer una empresa que cuenta con una dilatada experiencia en Japón y en Estados Unidos. La incorporación de nuevos modelos de acceso, como el Infiniti Q50, y los resultados cosechados en Fórmula 1 por el equipo RBR Infiniti han situado en el mapa europeo esta marca, otrora desconocida excepto para los amantes del motor.


Cinco modelos estructuran la gama, que acaba de comenzar una redefinición de nombres, de forma que a los clientes les sea más fácil identificar el segmento de vehículo de que se trata, adjudicando la Q para los cupés, berlinas y descapotables y la QX, para los 'crossover'.


El Infiniti Q50 es una berlina de cuatro puertas que mide 4,78 metros de longitud, 1,82 de anchura y 1,44 de altura que aterrizo el pasado otoño. Está disponible tanto con el motor de 2,2 litros de inyección directa, de cuatro cilindros turbodiésel y una potencia de 170 cv, como con el propulsor híbrido de 364 cv, que combina un motor V6 de gasolina y otro eléctrico con baterías de ion-litio. El precio de entrada es de 32.900 euros, con un equipamiento y confort que no deja indiferente.


El Q50 2.2d puede incorporar una transmisión manual de seis velocidades o automática de siete y únicamente cuenta con tracción trasera. Mientras, el híbrido 3.5h se comercializa con transmisión automática de siete velocidades y la opción de tracción trasera o total. Existen cuatro niveles de acabado para el diésel (Base, GT, GT Premium y GT Sport), y dos para la versión híbrida (Base y GT Sport).


Desde la forma dinámica del faro al deportivo diseño de media luna del pilar trasero, el Infiniti Q50 encarna los aspectos más reconocidos del diseño de tres 'concept cars' (Essence, Etherea y Emerg-e), adaptados a su carrocería. La influencia de esos modelos también se refleja en el interior de este vehículo 'premium'.


Su apariencia está basada en una plataforma desarrollada a medida. La suspensión delantera de doble horquilla y la trasera multibrazo (con amortiguadores Dual Flow Path) garantizan equilibrio y precisión, al mismo tiempo que se mejora el confort al volante. El control del vehículo se ve reforzado gracias a su carrocería rígida pero ligera. Las versiones deportivas disponen de una suspensión específica con amortiguadores de doble pistón y frenos de disco delanteros, con pinzas de cuatro pistones, siendo de dos para los traseros. Pensando en la comodidad y la seguridad de los propietarios, han sido diseñados para circular con neumáticos Runflat de tercera generación.


Cuando el conductor se sienta a los mandos, una de las novedades tecnológicas que encuentra frente a sí es una doble pantalla táctil situada en la consola central. Ambas pueden utilizarse de forma independiente, visualizando y controlando diferentes funciones, u operar de forma conjunta (por ejemplo, si en la pantalla superior se contempla el navegador, en la inferior aparecen los lugares de interés durante la ruta).


Y, como curiosidad que redunda en la comodidad, para desarrollar los asientos, los ingenieros de Infiniti, que trabajaron junto a investigadores de la Universidad de Keio, en Japón, se inspiraron en una investigación de la NASA que mostraba la postura neutral que el cuerpo humano adopta en situaciones de gravedad cero para imponer la menor cantidad de carga en el cuerpo.


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