Adelantando a su sempiterno competidor, Ferrari, y a otras marcas de lujo como Rolls-Royce y Aston Martin, y siguiendo el camino que abrió Porsche con su Cayenne y confirmó Bentley con el Bentayga, Lamborghini se adentra de lleno en el mundo de los súper SUV con vocación de romper moldes y convertirse en referencia. La marca del toro pone en el ruedo toda una res brava de 650 CV de potencia que presume de ser el vehículo de su clase más rápido del mundo, aseveración que espera confirmar oficialmente en primavera. La lidia tendrá lugar en el trazado norte del circuito de Nürburgring, el Nordschliefe, y el reto se situará en superar los 7’ 51” marcados por otro transalpino, el Alfa Romeo Stelvio Quadrifoglio Verde.

Su principal credencial es el motor V8 biturbo de 4.0 litros. El corazón de la bestia tiene una potencia de 650 CV, alcanza una velocidad máxima de 305 km/h, pasa de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos y de 0 a 200 km/h en 12,8 segundos.

La llegada de Lamborghini al mundo de los SUV ha sido un plan trazado a lo largo de los últimos años. El primer aviso fue el prototipo presentado hace una década y la confirmación de que en Sant’Agata Bolognese iban en serio llegó en 2012 con la presentación en el Salón de Pekín de otro ‘concept car’, en este caso ya mucho más cercano al definitivo modelo de producción. De todos modos, dentro de la marca italiana tiene un predecesor claro, el LM 002, un auténtico todoterreno derivado de los vehículos militares y cuyo aspecto era cercano al Humvee estadounidense, del que entre 1986 y 1993 se fabricaron 301 unidades.

El Urus, que toma su nombre del antecesor salvaje del actual ganado bovino, presenta una longitud de 5,11 metros, una altura de 1,64 metros y una anchura de 2,02. Su peso es de 2.200 kilos, menos, por ejemplo, que el Cayenne, algo que consigue con el múltiple uso de aluminio en el chasis y en otros elementos como la carrocería y la suspensión. Su diseño se acerca mucho más a sus deportivos hermanos de marca que al de un SUV al uso. Su personalidad es evidentemente agresiva.

Entre los elementos que incorpora aparece el mismo tren trasero direccional que trae el Lamborghini Aventador S, suspensión neumática adaptativa, llantas de 23 pulgadas y frenos carbocerámicos. También, un sistema vectorial de par motor de tipo activo que envía la potencia a cada rueda de forma independiente en función de las necesidades del terreno. Ofrece seis modos de conducción más un séptimo personalizable.

En el interior, destacan las dos pantallas táctiles de la consola central. La superior controla el navegador y aspectos como la conexión con el móvil, mientras que la inferior sirve para regular el climatizador y la calefacción de los asientos. El maletero tiene una capacidad de 616 litros, inferior a la de algunos de sus competidores.

Las primeras unidades estarán disponibles en el mercado en primavera con un precio de salida de alrededor de 230.00 euros y en 2019 podría llegar una versión híbrida enchufable. Lamborghini espera que el Urus le introduzca en un nuevo nicho de clientes, especialmente en los mercados norteamericano y asiático. Las estimaciones hablan de que podría contribuir a aumentar las ventas del fabricante italiano en 3.000 unidades, lo que representaría el 50% de sus ingresos.

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