Citröen C4 Cactus: Peculiar, práctico, desenfadado y hecho en España

Fabricado en Madrid, es un soplo de aire fresco en el panorama automovilístico. Ofrece mucho espacio y un aire diferente, con una gama de precios desde 12.500 euros, descuentos incluidos.

El C4 Cactus admite múltiples posibilidades de personalización. Tanto en sus acabados interiores como en las combinaciones de colores.
Citröen C4 Cactus: Peculiar, práctico, desenfadado y hecho en España
Citröen

España es el país donde más Citroën se producen, nada menos que 362.000 unidades en 2016, lo que supone un 32% de todos los que se fabrican. Uno de los modelos con marchamo español es el C4 Cactus, cuyo montaje se hace en exclusiva para todo el mundo en la factoría de Villaverde, de Madrid, y al que la marca francesa asocia en su publicidad con un quijote. En cierta medida no le falta razón. El Cactus es un modelo difícil de catalogar. Tiene una postura algo elevada de conducción y cierto aire campero, pero no es un todocamino. Por tamaño, está a medio camino entre un utilitario y un compacto, y su estética, al margen de gustos, supone un soplo de aire fresco en el panorama actual. Un modelo que te gusta o lo odias, y que quizás lucha contra gigantes, pero al que las cifras de ventas le dan la razón. En parte, porque su indefinición le lleva a abarcar a una amplio segmento de clientes potenciales.

Peculiar también por dentro

Su interior también resulta peculiar. Tiene muchas luces y alguna sombra. Desenfadado y con unos materiales más rígidos de lo habitual, pero bien ajustados, el interior del C4 Cactus dispone de un cuadro de mandos que centraliza toda la información y controles en sendas pantallas digitales, de manera que el salpicadero queda totalmente plano.

Además, incorpora una práctica guantera superior, gracias a la disposición del airbag frontal del copiloto en el techo del habitáculo, lo que libera un gran espacio para las piernas. En este aspecto, el de la amplitud, el Cactus va sobrado tanto delante como detrás. Incluso se permite el lujo de montar una fila de asientos delantera corrida en las versiones automáticas.

En la parte trasera juega con ventaja, al no disponer de elevalunas. Las ventanillas son fijas y solo pueden abrirse en forma de compás como en los modelos de tres puertas. Discutible o no si son necesarias, lo cierto es que aportan una mayor anchura libre... y hasta cierto punto son prescindibles disponiendo de climatizador. Otro cantar es la ausencia de cuentarrevoluciones, de asideros en el techo o de iluminación interior trasera.

En el apartado mecánico, el Cactus se ofrece con dos motores de gasolina, de 82 y 110 CV de potencia, y un diésel de 100 CV, todos ellos, bastante parcos en consumos.

En cuanto a su comportamiento, prima notablemente más el confort que la deportividad, algo de esperar dado el carácter del modelo. Con un precio inicial de 12.500 euros, descuentos y promociones incluidas, el C4 Cactus es una opción para desmarcarse del resto.

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