Desde 2004, Dacia ha sabido labrarse un hueco en el mercado del automóvil. Con más de cuatro millones de unidades vendidas, cuatro centros productivos, y presencia en 44 países, el secreto de su éxito radica en ofrecer modelos lógicos y prácticos, pero sobre todo económicos, para un sector de público que no necesita lo último en tecnología o diseño. Un cliente que busca simplemente un vehículo asequible, fiable, con un equipamiento suficiente, y que le permita trasladarse en su día a día sin más aderezos.

Renovación completa

Compuesta por siete vehículos, la práctica totalidad de su gama se ha visto renovada a finales del pasado año.

En el apartado estético, se ha rediseñado la parte frontal de los modelos Sandero, Sandero Stepway, Logan y Logan MCV. Visualmente es más ancha, ganando en robustez, y cuenta con nuevas luces diurnas LED, integradas por cuatro bloques rectangulares. En el caso de los modelos Sandero, Sandero Stepway y Logan también los faros posteriores se actualizan, contando con cuatro cuadrados independientes, en línea con la nueva firma luminosa de la marca. Otros elementos, como los paragolpes, la calandra, o los antinieblas, son también de nueva factura.

El Sandero Stepway, por su parte, busca con su aire de todocamino parecerse más a su hermano mayor, el Duster. Al margen de la mencionada robustez de su frontal, ha ganado en altura al suelo, y sus nuevas defensas delantera y trasera de cromo satinado, junto a las barras longitudinales del techo, refuerzan su aspecto deportivo. Por último, la marca asociada al fabricante de automóviles Renault ha renovado toda la gama de embellecedores de rueda y llantas de aluminio.

Más calidad interior

Cambios fuera y también por dentro. En el interior, mejora la calidad percibida, con la incorporación de detalles de cromo satinado en el salpicadero, los tiradores de las puertas o la palanca de cambios. Elementos como el nuevo volante de cuatro radios o las tapicerías de nuevo diseño le aportan frescura. En el caso de las versiones Stepway, se emplean tejidos en forma de malla tridimensional, dando una mayor sensación de profundidad, realzada por los pespuntes en relieve.

En cuanto al equipamiento, se añaden nuevas ayudas a la conducción, según versiones, como la cámara trasera o el asistente de arranque en cuesta. Los elevalunas se han reubicado, siendo el del conductor ahora de tipo secuencial, mientras que aumenta el número de huecos portaobjetos, destacando el nuevo compartimento para el teléfono móvil del lateral del asiento del pasajero.

Son todos ellos argumentos más que suficientes con los que Dacia pretende seguir conquistando a un público que valora la lógica de la sencillez.

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