Un autobús recargable sin cables

El Circe ha desarrollado un sistema de transferencia de energía por inducción que será introducido en la red de transporte público de Málaga.

El autobús adaptado por el Circe para que pueda ser recargado mediante un sistema de inducción.
El autobús adaptado por el Circe para que pueda ser recargado mediante un sistema de inducción.
Raquel Labordía

Estéticamente no impresiona, resulta un pequeño autobús de línea eléctrico con capacidad para 30 viajeros, 22 de pie y ocho sentados. Su tesoro se encuentra en el interior. En él ha trabajado el Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos (Circe) de Zaragoza, dentro del denominado Proyecto Victoria, liderado por Endesa y financiado por la Junta de Andalucía, que pretende poner en marcha un sistema de transferencia de energía por inducción a través de campos electromagnéticos que recargan la batería sin necesidad de cables. Es decir, como si se tratase de un teléfono móvil colocado sobre una base.


A las instalaciones del Circe en el campus Río Ebro el autobús llegó como un vehículo eléctrico convencional y allí se han encargado de realizar la adaptación a la carga por inducción. Ahora está previsto que en septiembre se realicen las primeras demostraciones en Málaga, lugar donde se quiere introducir.


Simplemente colocando el bus sobre una bobina enterrada en el pavimento (la distancia con el automóvil puede ser de hasta 25 centímetros) comienza la recarga de la batería que en 15 minutos alcanza el 80% de su tope. El sistema, que facilita que las pilas no tengan que tener una gran capacidad y por lo tanto reduce su coste, permite tres tipos de carga con un único diseño: la estática, que se realiza al inicio y al final de la línea; la carga en ruta, en el tiempo que dura cada parada; y la dinámica, mientras el autobús circula.


El interés de Málaga no es único, de hecho en Zaragoza entre finales de 2015 y principios de este año la línea 38 tuvo un autobús eléctrico a prueba, aunque sí que resulta especial por apostar por la carga por inducción colocando la bobina en el piso, algo que el Circe investiga desde 2005. Madrid ha realizado una licitación para introducir un autobús de este tipo y en Berlín y Londres ha habido pruebas. En otros lugares como Barcelona, se han decantado porque la recarga sea desde arriba, lo que obliga a acercar los puntos de contacto desde unos postes y que el autobús cumpla con requisitos en cuanto a dimensiones.


La dicotomía entre un sistema u otro también llega al transporte privado. A finales de junio en una carretera sueca se preparó un tramo de dos kilómetros con cable aéreo electrificado que suministra energía a camiones dotados de un pantógrafo. Mientras, en Inglaterra se ensaya para reservar en sus autopistas carriles capaces de recargar por inducción los vehículos que circulen sobre ellos.


Para José Sanz, profesor de la Universidad de Zaragoza y director científico del Área de Integración de Energías Renovables del Circe, la alternativa soterrada resulta "más práctica". Entre las ventajas que desglosa figuran la comodidad a la hora de recargar, el nulo impacto estético en la ciudad, el ser menos propensa al vandalismo y su mayor seguridad. El sistema se activa cuando detecta un vehículo y se detiene en cuanto se mueve. Además, permite posibilidades como su instalación en plazas de aparcamiento o en las paradas de taxi.


Volver al suplemento de motor. 

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión