Renault Mégane, un superventas español, llamativo y dinámico

Tras 20 años en el mercado, llega a la calle la cuarta generación del compacto francés. Crece en tamaño, mejora en equipamiento, y ofrece más aplomo en carretera, pero sobre todo, luce un diseño mucho más personal que su predecesor. Argumentos con los que los que aspira a liderar nuevamente el segmento.

Las versiones más deportivas, denominadas GT, cuentan con llantas específicas, doble salida de escape, y el atractivo color azul "Iron".
Las versiones más deportivas, denominadas GT, cuentan con llantas específicas, doble salida de escape, y el atractivo color azul "Iron".
Renault

Mencionar al Renault Mégane es hablar de un líder de ventas. Este compacto francés ha sido, desde su lanzamiento en nuestro país allá por 1995, el modelo más vendido en 12 ocasiones, nueve de ellas consecutivas. Además, puede presumir de ser un producto fabricado enteramente en España. Los motores proceden de la planta de Renault en Valladolid, las cajas de cambios de la fábrica de Sevilla, y el ensamblaje se efectúa en la factoría de Palencia, de donde ya han salido más de 4 millones de unidades.


Para mantenerse en el candelero, el compacto de Renault ha crecido en longitud y anchura –es 64 mm más largo–, lo que le aporta mejores cotas interiores, y ha rebajado su altura en 25 mm. Pero donde ha dado un paso firme al frente, ha sido en lo que al diseño exterior se refiere. Al margen de gustos estéticos, el Mégane ha dejado atrás unas líneas ciertamente anodinas para lucir un aspecto mucho más atractivo y dinámico. La poderosa rejilla frontal, las aletas musculosas, o las nervaduras del capó le aportan fuerza. La expresividad de sus ópticas delanteras y traseras le imprimen personalidad. Fruto de la arquitectura modular compartida con los modelos Espace y Talisman, el nuevo Mégane cuenta con prestaciones de segmentos superiores. Una de las más destacables es la tecnología MultiSense, que permite configurar el vehículo a gusto de su conductor, por medio de cinco modos de conducción diferentes, actuando sobre la respuesta del acelerador, del motor, de la caja de cambios –en caso de ser automática–, sobre la firmeza de la dirección, y en la ambientación interior.


Una pena que no permita también configurar el grado de amortiguación, aunque en honor a la verdad el nuevo Mégane responde sobre el asfalto netamente mejor que la anterior generación. Para mejorar aún más su grado de dinamismo, en las versiones deportivas GT contará con el sistema de 4 ruedas directrices, denominado 4Control, que aporta más maniobrabilidad en ciudad y un plus de estabilidad en carretera.


En lo que respecta a las mecánicas, la gama arrancará con tres motores de gasolina de baja cilindrada, de 100, 130 y 205 CV respectivamente, y tres propulsores diésel de 90, 110 y 130 CV de potencia. En junio llegará una cuarta versión de gasóleo de 165 CV, y en 2017 verá la luz una variante híbrida asistida. Con cuatro niveles de acabado –Life, Intens, Zen y Bose-, más los dos deportivos adicionales, –GT Line y GT–, los precios del nuevo Mégane oscilarán entre 16.600 y 26.900 euros. 


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