Trece al sol de... Pilar de la Vega

"En Cuzco presencié un mitin de Ollanta Humala"

Pilar de la Vega es profesora de Historia y exconsejera de Educación y de Cultura de la DGA. Actualmente es responsable de UNICEF en Aragón.

Pilar de la Vega
"En Cuzco presencié un mitin de Ollanta Humala"

1. ¿Qué hace una profesora en verano?

Lo primero descansar y después, si el presupuesto lo permite, viajar. Conocer nuevos lugares es profundamente enriquecedor. Para una profesora de historia lo es todavía más, si tienen que ver con hechos históricos que explica a sus alumnos en clase.


2. ¿Dónde suele veranear?

En mi infancia y adolescencia veraneaba en el pueblo de mis abuelos. Es un pueblo pequeño, Mochales, en el que disfrutaba con mis primos yendo en bicicleta, jugando en la plaza con total y absoluta libertad. La misma que luego tuvieron mis hijas en su niñez. Ellas eran felices como lo fui yo.


3. ¿Es de playa, de montaña, de ciudad o de pueblo?

De todo, pues con el tiempo hemos incorporado a nuestros veranos el mar. Ha sido el Mar Menor en Murcia nuestro destino familiar.


4. ¿Qué hace que no suele hacer el resto del año?

Aprovecho para leer todo lo que pueda. Es un placer sentarse en el porche familiar, en nuestra casa de Borja, sin calor y con la tranquilidad de no tener que hacer otra cosa que leer. También aprovecho las vacaciones para reencontrarte con la familia que está lejos y entonces es el momento de las buenas comidas y largas tertulias.


5. ¿Cuál ha sido el viaje de verano de su vida?

Fue el del año pasado. Nada más terminar mis clases tuve la oportunidad de participar en un viaje al terreno de UNICEF a Perú. Si miran las fotos comprenderán el porqué es el que en mi ha dejado más huella. En la comunidad de Waka Tinko, a más de 4.000 metros, compartí un día escolar con los alumnos y profesores. Me impresionó su dedicación y profesionalidad y el modelo de aplicación de una educación intercultural.


6. El verano está asociado a la infancia y a la adolescencia. ¿Cómo ha sido esa época?

Me gustaba mucho la casa de mis abuelos. Es un molino. Siempre había mucha gente. Desde la puerta veía a las mujeres lavar en el río y yo quería hacerlo como ellas. Mi abuelo tenía muchos libros que yo leía, sobre todo en la adolescencia.


7. ¿Cuál es su mejor recuerdo, el que más le persigue?

Mis tres tías y mi madre hablando, hablando y hablando por las mañanas en unos largos desayunos... Pero, sobre todo, la libertad.


8. ¿Qué tipo de lecturas (u otras actividades) realiza en estos días?

Aprovecho parar leer libros de historia y novelas. Ahora estoy leyendo Tony Judt, ‘Pensar el siglo XX’. Y el libro de uno de mis primeros alumnos del Instituto de Borja, Santiago Gascón, ‘Una familia normal’ (Xordica).


9. ¿Un fetiche de un verano inolvidable?

Me impresionó profundamente el libro de Miguel de Unamuno, ‘San Manuel Bueno, mártir’. Lo tenía mi abuelo y en la adolescencia te sueles hacer muchas preguntas y algunas no tienen fácil respuesta.


11. ¿En qué han cambiado los veranos?

Ahora son más variados. Combino el reencuentro familiar, el descanso y los viajes.


12. Si tuviera que resumir el verano en un ‘tuit’ de 140 caracteres, ¿qué diría?

Es un momento de libertad, de reencuentro, de sosiego y de reequilibrio interior.


13. ¿Cuál es la mejor, la más extraña o sorprendente anécdota veraniega vinculada a su profesión?

En la ciudad de Cuzco cuando volvíamos de visitar las comunidades indígenas pudimos presenciar un mitin de Ollanta Humala. Las esperanzas que suscitaba en las comunidades indígenas y sobre todo en los más jóvenes. Las elecciones se celebraron el domingo que yo volvía de Perú y él fue el ganador.