Fernando Arcega: "Los Juegos son más que la competición"

Fernando Arcega es historia del baloncesto aragonés. Un nombre escrito en plata, el valioso metal que logró colgarse al cuello en el mítico Forum de Inglewood que acogió la final de baloncesto de los Juegos Olímpicos de 1984. Hasta el Mundial de 2006, el mayor hito español conseguido en el deporte de la canasta. Además, el exjugador zaragozano participó también en Seúl 88, donde conoció el amargo de la derrota tras caer en cuartos de final frente a Australia. Dos experiencias contrapuestas en lo deportivo de las que extrae una única conclusión: “La competición es lo más importante, pero unos Juegos son mucho más”.

Cada cuatro años, la llama olímpica ilumina al mundo del deporte. Una cita que marca a todos aquéllos que consiguen tomar parte de ella. “He tenido la oportunidad de acudir como participante y como aficionado y mi actitud respecto al olimpismo es que se trata de un acontecimiento único. Algo mágico”, señala el exjugador.

La reunión de los mejores deportistas de todas las disciplinas del mundo refrendan su opinión. Algo que en el baloncesto queda reflejado con la participación de las principales estrellas de la NBA, que en Londres tendrá una gran representación. “La NBA es el cénit. Jugar un ‘playoff’ de la NBA es el acontecimiento más grande del baloncesto mundial. Por eso, que estos jugadores, muchos de los cuales han logrado varios anillos, sigan acudiendo y hablando de los JJOO como lo hacen, plasma a la perfección el espíritu olímpico”, señala Arcega. Un espíritu que en opinión del alero “no se ha perdido” a pesar de la progresiva profesionalización de la cita.

Opciones españolas

El torneo de baloncesto es, sin duda, uno de los que más expectación e interés levanta cada año. En él, la representación española parte como una de las grandes favoritas a ocupar un cajón en el podio. Arcega comparte esta valoración, aunque prefiere ser prudente en su diagnóstico. “Creo que España está en un momento en el que, excepto Estados Unidos, el resto de selecciones son inferiores. Pero puede pasar de todo y hemos tenido varias experiencias negativas en la historia de la selección. Ahora el equipo ahora está a un nivel muy superior al resto. Hace unos años Italia, Yugoslavia o Rusia estaban a mayor nivel, pero ahora no”, apunta. Valoraciones optimistas que prefiere no desarrollar en forma de euforia ya que “un mal día en un cruce complicado te manda a jugar por las plazas de abajo”.

En su mochila, Arcega posee la experiencia vivida en Corea. “Nosotros en Seúl realizamos un buen torneo, a nivel individual creo que lo hice bien, pero con Australia tuvimos uno de esos días torcidos y nos vimos relegados a jugar del quinto al octavo”, rememora.

En el otro lado de la balanza, la plata conseguida cuatro años antes en Los Ángeles. Una vivencia que todavía logra emocionarle y que rememora a cada gesta del actual combinado español. “Cada vez que esta generación consigue un éxito los jugadores veteranos procuramos vivirlo de la misma manera. Quizá aquella plata abrió una puerta que ha hecho posible que se consiguieran éxitos posteriores. Ahora hay una nueva generación que está arrasando y rompiendo todas las barreras que habíamos conseguidos en aquellos años. Para nosotros hay ilusión, ánimo y hasta complicidad con lo que ellos están viviendo”, relata Arcega.

Éxitos que considera parte de un todo. “Nadie piensa que esta generación hará olvidar a la nuestra. Bueno, probablemente lo hagan, pero nadie lo mira con recelo. Lo miramos como parte de un edificio en el que está metida la selección. Nosotros nos basamos en los pilares que levantaron Buscató, Paniagua, Brabender y tantos otros. Reforzamos el edifico y estos, a su manera, lo están haciendo también”, señalan. El próximo paso, conquistar el primer oro olímpico de baloncesto.