El éxito de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, celebrados hace veinte años, han servido como aliento a 137 deportistas que viajarán a Londres y que este lunes fueron recibidos por el Rey don Juan Carlos en el palacio de El Pardo.

Acompañado de la Reina Sofía y de los Príncipes de Asturias, el Rey animó a una gran parte de la expedición que este martes viajará a Londres para disputar los Juegos Olímpicos, que comenzarán el próximo 27 de julio. En el acto, que comenzó con extrema puntualidad, los Juegos de Barcelona 92 flotaron en el aire constantemente.

Primero, en el discurso del Rey. El monarca fue el primero en tomar la palabra y, antes de dar ánimos a Rafael Nadal (no podrá participar en los Juegos por una lesión en la rodilla), inició su alocución recordando una competición en la que España logró 22 medallas. Aquella fue la mejor marca de toda su historia en unos Juegos Olímpicos.

"Se cumplen veinte años del mayor acontecimiento deportivo celebrado en España, los Juegos Olímpicos de Barcelona. A partir de ese momento, pasamos de tener éxitos aislados a tener éxitos mayores y destacar en numerosas disciplinas", dijo el Rey.

Minutos después, el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, recogió el testigo y volvió a nombrar aquellos Juegos históricos que supusieron un antes y un después en el deporte español. Eligió la figura del Príncipe, abanderado en Barcelona, para crear emotividad entre la delegación española presente en la recepción.

"Han pasado veinte años desde que el Príncipe Felipe fuera el abanderado guiando a todos los deportistas españoles. Desde aquel día, todos los abanderados que hemos tenido han tenido aquella imagen como un referente", recordó Blanco.

Después, indicó que el Rey, participante en los Juegos de Múnich en 1972 (en vela), "es un referente y una guía" para todos los españoles. Según destacó, mientras los deportistas y técnicos "van y vienen", la casa real siempre está apoyando al deporte español con actos y en silencio.

Un abrazo entre el Rey y Alejandro Blanco dio por concluido el momento de los discursos. Entonces, el protocolo se volvió más espontáneo y la familia real saludó a los deportistas presentes en el acto.

Unos se hicieron fotos junto al Príncipe y otros hablaron animados con el Rey mientras la Princesa Letizia y la Reina Sofía departían con los componentes de equipos como el de balonmano, voley playa o taekwondo.

Todos iban perfectamente uniformados con parte de la polémica indumentaria que vestirán durante la competición. El chándal lo dejaron en casa y combinaron el polo de paseo con las zapatillas deportivas oficiales y un pantalón, en su mayoría vaquero.

Entre saludos y bromas fue "muriendo" un acto en el que los Juegos Olímpicos de Barcelona estuvieron muy vivos. Es prácticamente imposible olvidarlos y cuando se han cumplido veinte años desde su celebración, todavía sirven para alentar a los deportistas españoles.

Éstos, cada cuatro años, intentan superar el registro histórico de las 22 medallas. Se acercaron en Atenas, con 19, y en Pekín, hace cuatro años, con 18. Ahora llega Londres y, en pocos días, los 137 deportistas que este lunes escucharon al Rey y el resto de sus compañeros (el total es de 282) tendrán en su mente los Juegos de Barcelona como ejemplo y como acicate para rebasar una marca hasta el momento insuperable.