Heraldo del Campo

La última campaña de cereales de invierno podría superar los 300 millones de euros

Los cambios tecnológicos del regadío o las variedades más productivas son algunos de los motivos.

La última campaña de cereales de invierno podría superar los 300 millones de euros
La última campaña de cereales de invierno podría superar los 300 millones de euros
J. Escudero

La producción final de cereales de invierno en la campaña productiva 2013-2014 en Aragón, a falta de concluir la fase de comercialización, que se dará por cerrada en junio de 2015, muestra "unos resultados esperanzadores y se prevé que supere los 300 millones de euros".


Así lo indica el primer análisis de esta campaña realizado por el Servicio de Estudios Análisis e Información del Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno autonómico. Las encuestas efectuadas por dicha Consejería sitúan el cómputo global de la cosecha en 1,919 millones de toneladas. Para calcular esta cifra se ha trabajado con observaciones puntuales vinculadas a rendimientos unitarios, especies, cultivadores y municipios y tras la transformación del trigo a unidades de cebada se aplican métodos de interpolación espacial.


Los cambios tecnológicos del regadío, la gestión de las especies, la incorporación de variedades más productivas, la mecanización, la fertilización, los herbicidas y el manejo del riesgo han sido las causas de los incrementos productivos en la Comunidad autónoma a lo largo de los últimos años.


Sin embargo, gran parte del secano cerealista aragonés está sujeto a las eventualidades climáticas y uno de cada cuatro años los rendimientos desciendes un 25 por ciento, con disminuciones globales de cosecha superiores a las 250.000 toneladas.


El Departamento de Agricultura ha subrayado que la campaña de 2014 en el secano cerealista de invierno (trigo, cebada, avena, centeno, como especies más comunes) podría definirse como "normal", con un comportamiento espacial irregular.


Por su parte, en regadío los rendimientos medios han sido elevados (4.470 kilos por hectárea), volumen que viene a suponer un incremento del 8 por ciento si se toma la media de los 10 últimos años y que se sitúan en un percentil del 80 por ciento, lo que significa, a su vez, que, en los últimos 32 años, solo uno de cada cinco se han alcanzado estos rendimientos medios.

Productivas en secano


En los últimos cuatro años puede comprobarse como La Hoya de Huesca, Cinco Villas y la zona de Zaragoza capital son las comarcas más productivas en secano, mientras que la Hoya de Huesca, La Litera y Cinco Villas son las que más destacan en regadío


Asimismo, se confirma que en 2014 disminuyeron los rendimientos en la secanos de Borja, Calatayud, La Almunia, Daroca, Zaragoza, Monegros y comarcas del sur de la provincia de Teruel.


En España, la superficie cultivada media de cereales de invierno en los tres últimos años ha sido de 5,64 millones de hectáreas, con una producción media de 15,5 millones de toneladas. Los cereales en el conjunto del Estado ocupan 5 millones de hectáreas de secano mientras que en regadío se cultivan 640.000.


En Aragón, la superficie sembrada de cereal de invierno es de 763.469 hectáreas con una producción media de 1,61 millones de toneladas. La superficie cerealista total de secano representa el 85 por ciento y su producción se sitúa en el 73 por ciento, mientras que el regadío ocupa el 15 por ciento de la superficie total y su producción representa el 27 por ciento.


En cuanto a especies, desde 2014 se observa un incremento de trigo blanco así como los llamados cereales inferiores, (avena, centeno, triticale). En 2014 se incrementó también en un 12 por ciento la superficie sembrada de cebada en relación con la campaña anterior y se acerca a la media de los últimos 30 años (486.204 hectáreas).


La cebada se perfila como la especie cerealista con mayor rusticidad en los secanos áridos y semiáridos y que proporciona una mayor estabilidad ya que tiene un fuerte poder para amortiguar las alternaciones productivas. Por el contrario, el trigo duro continúa su lenta caída y la superficie cultivada en 2014 (101.108 hectáreas) esta todavía muy lejos de las superficies sembradas en la década anterior.