Heraldo del Campo

Exigencias de la nueva PAC

La diversificación de cultivos y mantener una zona de interés ecológico son algunas de las novedades.

Un agricultor prepara la tierra para la siembra
Exigencias de la nueva PAC
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Antonio es un agricultor cerealista que ya tiene preparada su explotación para recibir la semilla. Está tranquilo porque sabe que tiene aseguradas las ayudas comunitarias ya que es ‘agricultor activo’, un término acuñado por primera vez en la Política Agraria Común para garantizar que quienes cobran la subvención la reciben porque trabajan la tierra. Es decir, a partir del próximo año solo recibirán fondos directos de la PAC aquellos que puedan demostrar que, como mínimo, el 20% de sus ingresos agrarios proceden de la venta de sus producciones.


Hasta ahí, Antonio no tiene mayor preocupación. Lo que le desvela es cómo va a organizar sus cultivos para que las ayudas que hasta ahora recibía no sufran correcciones (a la baja) por no cumplir con las exigencias más ecológicas de la reforma. Y por eso lleva tiempo haciendo números. Tendrá que tener en cuenta la superficie de su parcela, porque en función de su extensión sus tierras tendrán que acoger dos o más cultivos. Tendrá que sumar y restar para que la disposición de su cultivo principal alcance un determinado porcentaje. Y no puede olvidarse de dejar una zona de interés ecológico. 


Como él todos los agricultores aragoneses que estos días se afanan en las tareas de siembra, la primera en la que la reforma de la PAC toca tierra y en la que sus perceptores tendrán que tener muy en cuenta que para activar los derechos del llamado pago base –que sustituye al pago único– tienen que cumplir los requisitos del nuevo pago verde. Cada productor conocerá el porcentaje de la cuantía anualmente, un importe muy significativo, ya que, según los cálculos de UAGA, representa aproximadamente 53 céntimos de cada euro del pago base.

Diversificación de cultivos

La PAC se ha vuelto más ecológica. Por eso, exige a los agricultores que para garantizar la calidad y el cuidado de los suelos y el medio ambiente deben diversificar sus cultivos herbáceos. Esta norma tendrán que acatarla aquellos productores cuya explotación supera las diez hectáreas. Entre esta dimensión y las 30 hectáreas es obligado sembrar, al menos, dos cultivos diferentes, pero de tal forma que el principal ocupe menos del 75% de la superficie


Si la tierra de cultivo supera las 30 hectáreas serán tres los cultivos que la ocupen. El principal no tendrá que superar el 75% de la superficie de la explotación y la suma de los dos principales juntos no puede ser mayor del 95% de las hectáreas. 


En las respuestas con las que el Ministerio, las comunidades autónomas y las organizaciones agrarias han intentado dar solución a las dudas de los agricultores se explica que se ‘libran’ de estas obligaciones y, por lo tanto, tienen derecho automáticamente a este pago verde aquellos que se dedican a la agricultura ecológica; aquellos que cobren menos de 1.250 euros de pagos directos y los que dispongan de cultivos permanentes como viñedo, olivar o frutales. 


No deben ocuparse de las prácticas del ‘greening’ los agricultores cuya tierra está completamente dedicada a cultivos bajo agua (arroz) durante una parte significativa del año o del ciclo del cultivo. Tampoco aquellas explotaciones con el 75% de la superficie dedicada a pastos y/o arroz, cultivos forrajeros, y/o barbechos y en las que el resto de la superficie no supera las 30 hectáreas. Y están también exentas las tierras de cultivos en las que el 50% de la superficie no hubiera sido declarada el año anterior y todas aquellas que se utilicen para cultivos diferentes a los de la pasada campaña. 


Hechos estos cálculos hay que optar ahora por las semillas. Pero, ¿qué se entiende por cultivos diferentes? Lo son aquellos que pertenecen a distintos géneros botánicos. Por ejemplo, son distintos la cebada del trigo, y estos del maíz o la avena. También lo son las distintas especies en el caso de Brasicacaeae (colifor, col y brócoli), solanaceae (tomate y patata) y cucurbitaceae (melón y sandía). Se considera cultivo diferente la tierra en barbecho y la hierba y otros forrajes herbáceos. Incluso un mismo cultivo es diferente si su cosecha corresponde a épocas distintas, es decir el trigo de invierno es distinto del trigo de verano.


Este abanico de posibilidades es el que justifica las afirmaciones del director de Producciones y Mercados Agrarios, Fernando Miranda, que recordaba en Zaragoza y ante un abarrotado auditorio, que los agricultores aragoneses, "muy acostumbrados al barbecho y a la simultaneidad de varios cultivos, no tendrán ningún problema para cumplir con las exigencias del pago verde".


Miranda dejó claro, sin embargo, que "no todo vale", así que olvídense de contabilizar como dos cultivos la primera y segunda cosecha. Tengan en cuenta que cuando en un cultivo principal se ha intercalado uno secundario se considera que la superficie está cubierta sobre un único cultivo y que las parcelas sembradas con mezcla de semillas computan como un solo cultivo aunque denominado "mixto".


Para el cobro del pago verde, la nueva PAC exige el mantenimiento de los pastos permanentes, cuyo cumplimiento se comprobará contabilizando la superficie a nivel nacional y no individual. Será el Ministerio que dirige Isabel García Tejerina el que realice la proporción entre la superficie declarada dedicada a pastos permanentes y la superficie agraria total. No sucederá nada mientras este porcentaje no disminuya en más de un 5% pero si así fuera el Ministerio de Agricultura explica que tendrían que tomarse medidas para restaurar el nivel de referencia y "esas medidas sí afectarán a los agricultores y ganaderos a título individual".

Superficie de interés ecológico

Hay una tercera exigencia que condiciona el cobro del pago verde. Tienen que cumplirla las explotaciones que superan las 15 hectáreas, que tendrán que reservar cinco de ellas, como mínimo, para crear lo que se conoce como zona de interés ecológico. "¿Y eso qué es?", ha sido una de las preguntas más frecuentes que los productores han planteado en las cientos de asambleas, reuniones o jornadas que las organizaciones agrarias han celebrado a lo largo y ancho del territorio aragonés. La explicación no es muy complicada. Es superficie de interés ecológico el barbecho, dado que se trata de una técnica que consiste en dejar de sembrar la tierra periódicamente para que se regenere. Un barbecho, señalan los representantes del sector, que debe de mantenerse como mínimo durante nueve meses consecutivos a contar desde la cosecha anterior. 


Las superficies forestadas y las dedicadas a agrosilvicultura –sistema productivo que integra árboles, ganado y pastos o forraje en una misma explotación, orientado a mejorar la productividad de las tierras y, al mismo tiempo, ser ecológicamente sostenible– computan asimismo como zonas de interés ecológico. Y lo son también aquellas que están dedicadas a los cultivos fijadores de nitrógeno, como lo hacen las leguminosas en grano para consumo humano o animal y las leguminosas forrajeras. En esa lista figuran judías, garbanzos, lentejas, guisantes, habas y haboncillos, altramuces o algarrobas, alfalfa, veza o esparceta. 


Como insistía Fernando Miranda en Zaragoza, esta es la información general que los agricultores deben manejar para realizar la siembra sin mayores problemas. "Para las dudas particulares, las que se refieren a las partes más concretas de cada explotación, recomiendo que se acuda a la comunidad autónoma o a la organización agraria de referencia para obtener la información específica para cada caso", concluía el director general de Producciones y Mercados Agrarios del Ministerio. 

La PAC en cifras

El presupuesto para la PAC en lo que queda de década (2014-2020) será más austero, a causa de los recortes que han sufrido todas las partidas de las cuentas europeas, aunque tanto los agricultores como los ganaderos españoles seguirán recibiendo prácticamente las mismas ayudas. En concreto, el campo europeo contará con 408.310 millones de euros, de los cuales 312.700 se dedicarán a ayudas directas y medidas de mercado, y 95.600 millones irán a desarrollo rural. En este periodo, España recibirá unos 35.000 millones de euros en ayudas directas, y 8.300 millones para desarrollo rural.


Un análisis realizado por los Servicios Técnicos de UAGA- COAG sobre los datos de la Comisión Europea y del Ministerio de Agricultura refleja que la media anual de ayuda por beneficiario en España se sitúa en 5.600 euros, mientras que en Francia se eleva por encima de los 20.000 euros; en Alemania supera los 15.600 y en el Reino Unido se sitúa en torno a los 18.300 euros. Además, y según datos de la propia Comisión Europea, en el ejercicio financiero 2011 en España hubo 909.000 perceptores de ayudas PAC, frente a los 372.000 beneficiarios PAC que hubo en Francia, 334.000 en Alemania o los 179.000 del Reino Unido.


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