Heraldo del Campo

Olivos rescatados de la memoria

Investigadores de la Escuela Politécnica Superior de Huesca han catalogado diez variedades.

José Casanova junto a uno de los olivos plantados en el exterior de la Escuela Politécnica, donde se encuentra el banco de germoplasma
Olivos rescatados de la memoria
R. G.

'Biecuda de Benavente’, ‘gordera’, ‘albás’… Y así hasta una decena de variedades autóctonas de olivo del Alto Aragón, recientemente catalogadas, han descubierto los investigadores José Casanova, de Huesca, profesor de la Escuela Politécnica Superior de Huesca, junto a los ingenieros Javier Viñuales, de Barbastro y José Manuel González, de Castillazuelo. Su estudio les ha llevado a recorrer las comarcas de la Hoya de Huesca, Ribagorza, Somontano y en menor medida, La Litera


Como explica Casanova, llevan cerca de 8 años en busca de variedades autóctonas de la provincia. Para ello se ponen en contacto con los agricultores que todavía conservan ejemplares ya ancianos en pequeñas parcelas y a cuyo fruto conocen con nombres locales, diferentes en ocasiones de una localidad a otra. Cuando encontraban un ejemplar vivo "un tanto especial" realizaban un seguimiento, en el cual, con mucha paciencia y varias visitas a las parcelas, estudiaban aspectos como la hoja o el fruto.


Después de recorrer el sur de la provincia, el año pasado, gracias a una beca del Instituto de Estudios Altoaragoneses, pudieron centrarse en Ribagorza y Sobrarbe, aunque están convencidos de que tiene que haber más ejemplares por descubrir en ambas zonas. Y aún quedan Jacetania y Alto Gállego. "Nos hemos dado cuenta de que todavía queda mucho por hacer, por eso, en el futuro, esperamos conseguir ayuda para recorrer esa parte de la provincia", afirma el científico. Una zona que puede darles muchas satisfacciones, ya que a finales del siglo XVII, el naturalista Ignacio de Asso hablaba de la presencia de este cultivo leñoso en la zona de Tiermas y Jaca. Una prueba "de que se ha cultivado tradicionalmente a mucha más altitud que ahora".


El interés radica, de este modo, en que se trata de olivos que se mantienen vivos y en producción en zonas frías, lo cual ahora es un condicionamiento para evitar su cultivo. "Su presencia pone de manifiesto que la provincia cuenta con un potencial agronómico muy importante con variedades que no han sido explotadas aún a nivel comercial", afirma el investigador del campus de Huesca. De este modo, cuando se determine si el aceite que producen tiene calidad, "es posible que lleguen a cultivo". No sería la primera vez que las aceitunas que se producen en la provincia son objeto de interés por parte del mercado. Como relata el científico oscense, se están utilizando variedades de la provincia resistentes al frío para mejorar otras de uso comercial.

Crear una plantación

Muestras de las variedades catalogadas crecen ahora en una de las parcelas de la Escuela Politécnica Superior de Huesca y en un vivero en la localidad de Castillazuelo. "El siguiente paso sería cultivar una plantación para estudiar el comportamiento agronómico de las variedades. Estudiando la calidad del aceite, su resistencia a las plagas o la vecería esto es, que unos años da y otras, no", señala José Casanova. De este modo, se podrían poner en cultivo parcelas pequeñas con el fin de crear un producto especializado, que llevaría a la recuperación de estas especies vegetales. "En la provincia se ha plantado oliva de variedad andaluza ‘picual’, que no está acostumbrada a nuestro clima, cuando contamos con variedades que se han cultivado siempre", comenta.


El estudio también ha servido para que los agricultores de los que proceden las muestras se sientan orgullosos de que se valore la labor que realizan. "Hay que pensar que nosotros hemos descrito estas variedades de olivo, pero quienes los han descubierto han sido los agricultores", subraya el investigador oscense. "Cuando hablas con ellos durante un rato te das cuenta del cariño que les tienen a estos árboles y aprecian mucho que alguien se interese por un cultivo para otros secundario o marginal", añade. En opinión de Casanova, a pesar de que el cultivo del olivo es minoritario en la provincia de Huesca, la provincia cuenta con "un potencial bastante grande". "El aceite de aquí no es igual que el andaluz, es un poco más aromático e incluso el que se cultiva de variedades similares tiene matices distintos", destaca.

Promocionar el aceite autóctono

Con la promoción adecuada y creando una imagen comercial, asegura, se podría impulsar este sector en todas las zonas del valle del Ebro. "El producto no tiene nada que envidiar al que se produce en otras zonas, lo que los diferencia es la imagen", afirma el científico de la Escuela Politécnica. Para reunir la información disponible, Casanova ha creado, en la web de la Universidad de Zaragoza, la página ‘Variedades de olivo de la provincia de Huesca’.


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