Heraldo del Campo

Al menos un tercio de los agricultores aragoneses tiene más de 55 años

Pese al creciente interés de los jóvenes por el sector, el relevo generacional parece estancado.

Más de 8.000 agricultores y ganaderos con más de 55 años, y subiendo. El campo aragonés, convertido en estos años de crisis en una nueva salida laboral para muchos parados, sigue sumando años a una velocidad preocupante. Según los últimos datos del INE, en Aragón se dedican al sector agrícola de forma continua más de 27.400 personas, de las cuales casi un tercio encaran ya la última década hacia la jubilación. Un panorama en el que cuesta vislumbrar el relevo generacional tantas veces demandado por las asociaciones agrícolas a pesar del creciente interés que el campo ha vuelto a despertar entre muchos jóvenes de la Comunidad.


Según un informe elaborado por la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón, entre 2001 y 2012 solo 1204 jóvenes menores de 25 años se sumaron a la actividad agrícola. Una lenta afiliación, frenada “por las dificultades con la que se encuentran los jóvenes agricultores” según denuncian, que ha hecho que el número de profesionales agrícolas mayores de 55 años haya crecido un 12% en el último lustro.


Como consecuencia, en Aragón solo hay en la actualidad 1.100 personas menores de 25 años que se dediquen al campo de forma plena. Una cifra escasa a la que se ha llegado después de décadas en las que el campo no era una opción prioritaria para la juventud aragonesa.

Más de 750 personas quieren este año iniciarse en el sector agrícola


Sin embargo, en los últimos años debido al azote de la crisis han sido muchos los jóvenes de la Comunidad que han vuelto a mirar al campo como una vía de futuro. Este es el caso de Nicolás Aldea, de 26 años y que desde 2008, con solo 20 años, decidió intentar labrarse un futuro en el campo. “Antes era complicado ver a alguien de mi edad que se interesara, pero ahora por la crisis mucha gente de entre 20 y 35 años está intentándolo, aunque es complicado abrirse camino”, cuenta Aldea, que tiene viñedos en Cariñena y es también responsable de los jóvenes de UAGA.


Para comenzar su explotación Aldea recibió hace ya casi un lustro las ayudas para la instalación de nuevos agricultores que reparte la DGA. Unos 30.000 euros de media por agricultor que cubren en parte la inversión que supone iniciarse en la actividad, y que desde hace unos años también han sido recortadas del gasto público, pasando de destinarse cerca de 30 millones en 2012 a solo 3 el año pasado -aunque para 2014 se espera que vuelvan a subir hasta los 10 millones-, coincidiendo precisamente con las temporadas en las que se han producido mayor número de solicitudes.


Y es que, si durante la última década habían optado a estas ayudas apenas 240 personas al año, en 2012 el número de solicitudes ascendió hasta 583, una cifra récord que de nuevo volverá a batirse este año, ya que ya se han recibido más de 750 postulaciones. “Es una situación comprometida porque mucha gente comienza a invertir y al quedarse sin ayudas se queda al descubierto” explica Aldea, quien denuncia también que las referencias históricas que sigue manteniendo la PAC suponen otro obstáculo importante para que los jóvenes puedan “atreverse” a intentar llenar el vacío generacional que deja el campo aragonés.