Recapitulemos: viviste la época dorada de las redes sociales; fuiste vanguardista en la creación de cuentas en Fotolog, Myspace, Facebook, Vine, Instagram, Pinterest,Twitter, Google + e incluso Snapchat; es más, casi todo tu círculo social se quedaba boquiabierto con tu capacidad para generar contenidos muy por encima de la creatividad media y que cosechaban casi el doble o el triple de interacciones que los de los demás; pasabas largas horas dedicado a tus 4 pulgadas de lcd y en un momento de debilidad emocional alguien te dijo, "deberías ser Community Manager".

No podías con otra semana más de clase en tu grado, decidiste sumergirte en la búsqueda de empleo y claro, encontraste.

Durante un tiempo la demanda de CM´s fue una explosión que cautivó a miles de jóvenes. Los encargados de la selección de estas personas eran fácilmente impresionables en estos términos por aquel entonces y fueron muchos los que consiguieron hacerse hueco en este sector.

Claro, llegó el deshielo y la riada se llevó el alcance orgánico y arrastró a los peces más débiles, es decir, nada funcionaba gratis y los contenidos brillaban entre semejante aluvión de 'expertos' en la materia.

Puede que aplicaciones como Canva supusieran algo de tiempo extra para algunos, pero fue poco lo que hizo falta para que las empresas vieran que la figura del CM requería una inversión extra; que la publicidad online era mucho más que organizar contenidos y que era el mercado entero el que daba un giro de 360º creando disrupciones en la mayoría de las empresas a la hora de encontrar el hueco en el nuevo mundo.

Salvo en grandes empresas, la mayoría de diseñadores, CM´s, responsables de comunicación, encargados de marketing, programadores web y periodistas serían desde ese punto, en los mejores casos, una sola persona. Ese único ente sacó la cabeza del agua y se formó, estudió la publicidad online, las estrategias a largo y corto plazo, la semántica web, el exitoso dúo SEO y SEM, las tecnologías 2.0, la vanguardia de los contenidos digitales, convirtió la analítica en su aliada, el 3rd party data resultó ser su prensa diaria y se convirtió en especialista en marketing digital.

El marcador se ha dado la vuelta. Ahora son muy pocos los responsables de marketing y, al contrario que antes, son auténticos especialistas con una gigantesca capacidad de trabajo, expertos en muchas materias. Por supuesto, dominan todo el software existente y se preocupan de estar constantemente a la última y de llevar un estricto orden en su trabajo y de mantener una relación idílica con los servicios que, a veces, tienen que contratar de forma externa.

No te engañes, si solo manejas las redes sociales de tu empresa, es probable que tu vida vaya a dar un giro en alguna de las próximas revisiones de cuentas. Fórmate, propón, desarrolla procesos e innova en tus funciones, proporciona resultados, conversiones, compara y, a fin de cuentas, trabaja mucho porque ahora la competencia comienza a estar mucho más afilada y el entorno que antes era una interfaz ligera y manejable, empiezan a ser solo números y datos muy difíciles de interpretar.

Tanto si ya tienes tu puesto, como si quieres conseguirlo a corto plazo, una de las mejores opciones es el Máster en Marketing Digital de Kühnel Escuela de Negocios. Por su contenido, por su Bolsa de Empleo y por su Departamento de Carreras Profesionales que te apoyará de forma vitalicia., cuando vuelva a pasar lo que ya ha pasado con el mercado y tengas que darle otro soplo de aire fresco a tu perfil profesional.