¿Por qué nos gustan los que menos caso nos hacen? La ciencia tiene la respuesta

Una hormona podría ser la culpable del llamado 'masoquismo emocional'.

Las personas en una relación donde su pareja duda del vínculo, necesitan implicarse más.
Las personas en una relación donde su pareja duda del vínculo, necesitan implicarse más.
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Casi todo el mundo ha tenido que consolar -o que ser consolado- por alguien tras una desilusión sentimental. En algunos de estos casos, sobre todo en los de los amores platónicos, la persona querida mostraba un claro desinterés que había sido obviado sistemáticamente por el enamorado. Hasta ahora esta situación, cuando se producía en el ámbito de la pareja, se explicaba a través de la 'teoría del ascensor' -cuando un miembro de la relación está arriba, el otro está abajo, y a la inversa-. El hecho de que el ser humano se preste de forma fácil esta práctica no solo responde al llamado 'masoquismo emocional' o a la dependencia, una hormona también tiene la culpa.

La oxitocina, sustancia que, junto a la serotonina, es considerada generadora de felicidad, no solo se segrega cuando nos enamoramos, cuando se va a dar a luz o en los periodos de lactancia de los recién nacidos. Esta hormona también entra en acción en las crisis amorosas. “Las personas en una relación donde su pareja duda del vínculo, necesitan implicarse más. La oxitocina podría promover la atención y la motivación hacia la relación cuando hay una amenaza”, concluía Andreas Kristoffersen, uno de los autores del estudio 'Oxytocin and vulnerable romantic relationships' -en español, 'Oxitocina y las relaciones románticas vulnerables'-, realizado por la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología.

Efectos similares a los del alcohol

Un estudio sobre los efectos de la administración de oxitocina y el consumo agudo de alcohol en las emociones y el comportamiento concluía que ambas sustancias provocan resultados muy similares. “Una dosis de cualquiera de los compuestos puede influir en la forma en que tratamos a los demás mejorando nuestra percepción de confianza, lo que aumentaría la posibilidad de tomar riesgos innecesarios”, aseguran los autores de esta investigación.

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