¿Hay vida después del MIR?

"Viene una etapa de disfrute y ocio, pero también de sentido común y de pensar en tu futuro".

Este sábado se examinan del MIR 33.000 estudiantes de toda España
No decaigas, el día 10 está a la vuelta de la esquina.
Pixabay

Es uno de los grandes quebraderos de cabeza a los que se enfrenta cualquier estudiante de Medicina. ¿Sobreviviré al examen del MIR? Miles de horas de estudio durante más de un año y medio que concluyen con un examen decisivo que determinará su futuro laboral.

Tanto si obtienes una nota positiva, como si el resultado final no es el esperado, una vez que entregues los folios verás que el sol sigue saliendo cada mañana. Tal vez los primeros días te sientas algo extraño, sin un despertador que dé comienzo a la enésima jornada maratoniana de estudio, pero tranquilo: sí, hay vida después del MIR.

"La primera sensación es que te quitas un gran peso de encima. Luego te vas dando cuenta de que no es hacer el examen y ya está. Antes tenías problemas, y después sigues teniéndolos, como cualquier persona normal. Después del MIR falta la última pregunta, que es la más importante: ¿A qué te vas a dedicar? Viene una etapa de disfrute y ocio, pero también de sentido común y de pensar en tu futuro", recomienda David de las Cuevas.

Él fue la décima mejor nota en todo el país el curso pasado. Una calificación excelente que le valió para ejercer actualmente como cardiólogo en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza, donde permanecerá hasta 2022. "Para mí el MIR es un proceso más en la vida, al que te tienes que enfrentar. Está muy mitificado el hecho de ‘nunca en la vida vas a encontrar algo más duro’. En la vida hay cosas mucho más duras, por desgracia", afirma con seguridad.

Desde su experiencia, De las Cuevas destaca el gran cambio que ha dado su vida tras asumir su primera gran responsabilidad en el mundo laboral. "No te enfrentas en solitario a un paciente hasta después del MIR. Mientras estás preparando el examen intentas ser muy regular, ocho o diez horas de estudio diarias, y el domingo es el día de descansar. Ahora trabajo, más o menos, de 8.00 a 15.00, excepto los días que tengo guardia", explica el joven cardiólogo, quien, a pesar de que no se arrepiente "para nada", reconoce que "no tenía claro al 100% la especialidad".

Las guardias es una de las situaciones más duras a las que se ha tenido que enfrentar en su todavía breve trayectoria. "Seguramente sean lo segundo más duro. Lo primero es llegar a trabajar. Eres el nuevo, no sabes dónde están las cosas, qué hay que hacer si ocurre una cosa, si ocurre otra… Los comienzos fueron duros, independientemente de que hubiese elegido otra profesión", recuerda el logroñés, de 25 años, que termina con una última recomendación.

"Siempre se lo digo a todas las personas que me preguntan: cuando estés estudiando, estudia a muerte. Pero cuando lleguen las horas de descanso, descansa", abrocha David de las Cuevas.

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