Si decides hacerte un piercing o un tatuaje debes tener en cuenta las alteraciones que ello supone para tu piel, los cuidados y la higiene que requieren y quién será el encargado de realizarlo.

En cuanto a los piercings, ten en cuenta que hay partes del cuerpo como la lengua, el ombligo, los pezones, los labios o los genitales, en las cuales es más fácil que puedan ser arrancados con el roce o al quedar enganchados en la ropa. Recuerda también que las zonas de mucosas (boca, nariz, lengua y genitales) son más sensibles a contraer infecciones.

Debes elegir un piercing fabricado con materiales hipoalérgicos como oro, plata, titanio o acero quirúrgico para reducir el riesgo de alergia o infección.

Seis consejos básicos para hacerse el primer piercing

Pide información escrita sobre la técnica, riesgos y precauciones que debes tomar antes y después de hacerte un tatuaje y un piercing. Una vez que te hayan informado, debes firmar un consentimiento. Si eres menos de edad, necesitas la autorización de tus padres. Los piercings y tatuajes son heridas en la piel. Para su correcta cicatrización no podrás bañarte en el mar ni en la piscina hasta que la herida haya cicatrizado totalmente. Así que el verano, aunque puede ser la época más apetecible para hacerte un tatuaje o piercing, no es la más aconsejable. Controla la zona, y recurre enseguida al médico si tienes alguno de estos síntomas: fiebre, enrojecimiento y/o inflamación, dolor o molestias. Recuerda que, durante un período de cuatro meses, las personas que se hayan hecho un tatuaje o piercing no pueden ser donantes. Debes plantearte que, en ocasiones, los tatuajes o piercing en zonas muy visibles del cuerpo se pueden convertir a la larga en un problema para conseguir ciertos trabajos.- Ir al suplemento de Heraldo Joven