El 'wwoofing' y otras alternativas al 'au pair' si lo que quieres es viajar

Has oído cientos de veces lo importante que es viajar para vivir experiencias y abrir la mente. Lo dice ese amigo que lleva toda la vida viajando. Lo dicen las fotos en las redes sociales. Lo dice a veces hasta tu agenda repleta de frases inspiradoras. Quienes han vivido un Erasmus o una experiencia semejante saben lo que significa marcharse un año fuera, lo divertido y lo constructivo que es depender de uno mismo en un país extranjero.

Por eso, en cierto momento entre terminar los estudios y encontrar un trabajo, muchos pasan por la fase de salir fuera una temporada, para buscar un puesto, para seguir formándose, para aprender un idioma o, simple y llanamente, para vivir la experiencia. En otras palabras: disfrutar del turismo activo, y si para ello encuentras alojamientos alternativos y gratuitos mejor todavía.

Para ello existen cientos de alternativas, entre ellas, las que implican convivir con una familia o un colectivo y ayudar en las labores necesarias, previo acuerdo y con garantías. Entre estas opciones están, por ejemplo, trabajar como ‘au pair’ cuidando niños y compartiendo hogar con la familia; apostar por el ‘homeshare’, que pone en contacto a anfitriones e inquilinos que desean intercambiar alojamiento por servicios como ayudar a cuidar el jardín, ayudar en las tareas del hogar, cuidar mascotas u otras tareas que solicite el demandante; escoger 'wwoofing': un intercambio entre alojamiento, comida, contacto con la naturaleza y aprendizaje de la lengua a cambio de colaborar en granjas y pequeñas explotaciones normalmente agrícolas de forma voluntaria. Una oportunidad semejante a la que ofrece ‘agritourismworld’. ¿Otra opción? Informarte sobre el colectivo TEJO, una 'Organización Mundial de Jóvenes Esperantistas' o colaborar con la Organización internacional e interracial 'Servas', un colectivo sin ánimo de lucro conformado por una red de anfitriones voluntarios repartidos por el mundo.

- Ir al suplemento de Heraldo Joven