El temible TFG: ¿por dónde empezar?

Estas son las fases generales de elaboración de un TFG.

El temible TFG: ¿por dónde empezar?
El temible TFG: ¿por dónde empezar?

Cada Trabajo de Fin de Grado es único, como lo es el alumno que lo lleva a cabo. Según sus objetivos, sus fuentes, su metodología y su desarrollo, lo que

La profesora de la Universidad de Zaragoza, Carmen Agustín, plantea 9 fases que debe superar un estudiante para elaborar su Trabajo de Fin de Grado, siempre como guía para inspirar a los estudiantes, más que como un listado que seguir rigurosamente, porque, como explica, "a veces se puede redactar conforme uno se documenta, siempre que surjan ideas e inspiración hay que anotarlo todo". De modo que estas líneas pretenden ser una guía de recomendaciones para quienes se vean algo perdidos en ese trabajo que marca el final de la formación.

Fases de un Trabajo de Fin de Grado

Planificación. La fase inicial debe ser un proceso de maduración del estudiante, en el que reflexione sobre qué temas le interesan y sobre qué querría investigar. Es recomendable que el trabajo se dirija hacia una materia por la que se muestre un interés especial, para que el trabajo resulte productivo, ameno y pueda incluso seguir desarrollándose posteriormente en una tesis o un doctorado. Documentación. Durante la fase de documentación el alumno absorbe una gran cantidad de información sobre la materia escogida hasta que, una vez contextualizada, define poco a poco la pregunta concreta a la que responderá su TFG. La docente recuerda que "no te puedes poner a descubrir América", por lo que es recomendable "concretar el tema" y "diseñar la pregunta a la que quieres dar respuesta con tu trabajo". Toda esta fase se verá reflejada después en el apartado de 'el estado de la cuestión', en el que deberás poner en contexto sobre toda la documentación que existe sobre el tema que has escogido  y a partir de dónde comienza tu trabajo tras esa investigación de terceros. Diseño. Tienes tu tema y tienes tu pregunta. ¿Ahora qué? Tienes que definir tu investigación y las herramientas que necesitarás. Si llevarás a cabo una metodología cuantitativa o cualitativa, de qué fuentes y materiales vas a nutrir tu trabajo. Trabajo de campo.  Es el momento de hacer uso de la metodología, las fuentes y los materiales escogidos, de seleccionar lo relevante, estudiar los resultados originales y extrapolar toda esa información a tu proyecto. Redacción. No tiene por qué ser la quinta fase. Probablamente -y es lo más recomendable-, a lo largo de toda la investigación previa has ido elaborando planteamientos, hipótesis y dudas, sacando conclusiones y planteando nuevas cuestiones, así que toda esa información ya debería estar anotada en un borrador. Pero, ahora sí, llega la redacción 'oficial' del trabajo, en la que debes cuidar bien la forma de expresarte y recordar "que toda la investigación previa la has hecho tú solo, por lo que debes ser didáctico en tus explicaciones, lo que a ti puede parecerte obvio tras tu trabajo, puede que al tribunal le parezca muy relevante". Resumen. Cuando el trabajo y las conclusiones estén redactadas, solo queda extraer lo más relevante de todo tu proyecto, para que en el tiempo establecido de la presentación, el tribunal compruebe que tu trabajo está bien hecho. Presentación. Ya está, solo queda la exposición. Si la preparación previa ha sido la correcta no tendrás ningún problema. Lo más seguro es que nadie de los que estén ahí se haya documentado tanto como tú sobre el tema, así que defiende tu trabajo con seguridad.- Ir al suplemento de Heraldo Joven

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