Lo que hay que tener claro antes de hacerse un tatuaje

Su origen se remonta a los primeros años del hombre, y, aunque su fama no siempre ha sido demasiado buena, hoy en día se han consolidado como un sello de identidad muy común entre la población joven.

Elegir la zona del cuerpo donde hacerse un tatuaje es una decisión propia, y depende mucho de cada persona.
Elegir la zona del cuerpo donde hacerse un tatuaje es una decisión propia, y depende mucho de cada persona.

Los tatuajes se han convertido en una marca personal y única para muchas generaciones, en una forma de rebelión para otras, y en auténticas obras de arte para otras tantas. Una técnica milenaria que se practica desde los comienzos del hombre y que a lo largo de su historia se ha granjeado entre muchos una mala fama; sin embargo, esta práctica no tiene por qué ser peligrosa ni perjudicial para la salud si se siguen una serie de pautas que ayudarán a tatuarse forma segura e higiénica.

Elegir bien a nuestro tatuadorUna vez decidido (o al menos esbozado) el diseño que queremos, es fundamental visitar algunas tiendas para cerciorarnos de que cumplen una serie de normas de seguridad. En Aragón tenemos la suerte de que esta actividad está regulada por ley, "tanto en lo que concierne a la formación de los profesionales como a las condiciones del local donde se realiza", tal y como especifican en el Cipaj

Es muy importante conocer bien las condiciones exigidas y comprobar que el estudio elegido las cumple. Por ejemplo, entre las que afectan al artista debe tenerse en cuenta que deben estar vacunados contra la Hepatitis B y el tétanos; llevar guantes con las manos previamente lavadas con agua y con jabón cada vez que intervengan en la piel; y superar un curso de formación homologado por la DGA.

Medidas de higiene, la responsabilidad también es tuyaEl estudio y el tatuador deben cumplir una serie de normas de higiene para cumplir lo exigido por la DGA, entre las que se encuentran la necesidad de que todos los materiales que penetren o toquen la piel deben estar correctamente esterilizados o ser de un solo uso; la sala donde se realiza el tatuaje esté separada del resto del local y tener buena iluminación; o la de tener un botiquín equipado con material suficiente para poder garantizar la asistencia de primeros auxilios a los usuarios.

Sin embargo, a pesar de lo que muchos piensan, la responsabilidad también es de la persona que acude a hacerse un tatuaje, ya que siempre hay que preguntar por las medidas de higiene y seguridad para cerciorarse de que el estudio al que hemos acudido es 100% fiable. Además, acudir al estudio bien duchado y rasurado en la zona donde se realizará en tatuaje, facilitará el trabajo del profesional.

La elección, con prudenciaAntes de hacerse un tatuaje, y siempre pidiendo consejo al artista que nos lo hará, hay que meditar muy bien el dibujo, la zona del cuerpo y los colores en los que se hará, pues no hay que olvidar que es algo que nos acompañará de por vida (a no ser que recurramos a una cirugía láser). Respecto a la zona, conviene plantearse la visibilidad y la sensibilidad de esa parte del cuerpo; del color, la durabilidad y los cuidados; y del diseño, intentar elegir un dibujo que nos guste y del que no nos vayamos a cansar en los próximos años.

Los cuidados, de por vidaAunque después de hacerse un tatuaje los expertos recomiendas dos semanas de cuidados intensivos en los que la zona siempre esté bien limpia y curada con una cremita cicatrizante, a nuestros tatuajes hay que prestarles atención de por vida, pues hay que procurar mantener el color, la intensidad y la definición del dibujo. Lo más adecuado, protegerlo del sol adecuadamente y evitar heridas y quemaduras sobre la piel tatuada.

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