Las croquetas como única receta de aprovechamiento han pasado a la historia, y es que cada vez son más los que prefieren evitar el trabajo que ocasionan y disfrutar de las sobras entre pan y pan. Y es que, en materia de bocadillos no hay nada escrito, pues, tal y como indica la RAE, solo hace falta una "pieza de pan abienta, o un conjunto de dos rebanadas, en cuyo interior se coloca o se unta algún alimento". 

El clásico bocadillo de albóndigas.Uno de los mejores momentos para el comensal que se encuentra frente a un plato de albóndigas es, sin ninguna duda, cuando puede untar la rica salsa que las acompaña. Por eso, cuando uno se pasa con la cantidad de carne picada y sobran muchas bolitas, una buena forma de consumirlas es entre pan y pan.

De la preparación poco hay que decir, ya que solo es necesario encontrar una barra de pan ancha (huir de la 'baguette', es muy estrecha y el festín acabará con manchas en la ropa), untar de salsa ambas mitades y colocar las albóndigas por la mitad. También se puede desmigar el pan sin cortarlo y meter las albóndigas enteras, como si fuese un perrito caliente.

NOTA: Si en vez de albóndigas, lo que han sobrado son espaguetis boloñesa, no hay que dudar a la hora de disfrutarlos en bocadillo. 

Sandwich de pavo de NavidadA ningún fan de la mítica sitcom 'Friends' se le podrá olvidar aquel capítulo en el que Ross Geller se queda sin trabajo por culpa del fantástico bocadillo que hace su hermana Mónica, en el que el elemento diferenciador corre a cuenta de una rebanada extra de pan bañada en salsa a la que llama 'la humidificadora'.

Estas Navidades, imitar esta delicia televisiva puede ser muy sencillo si hay pavo en el menú de las comidas familiares, ya que solo hace falta dos rebanadas de pan de hogaza, mayonesa y mostaza, cebolla, bacon a la plancha, queso, rúcula para aportar un punto agrio y una tercera rebanada bien bañada en salsa. 

Cocido madrileño, para espantar el frío No hay plano invernal más nacional que un buen cocido madrileño, y hacerlo en pequeñas cantidades es prácticamente imposible. Por eso, cuando ya no se sabe que hacer con el excedente, lo mejor es preparar un buen bocadillo de pan de chapata para disfrutar de este guiso casero.Aunque montarlo pueda parecer difícil, todo es cuestión de estrategia. Lo primero sera untar de tomate el pan y echarle un poquito de aceite, después añadir los garbanzos hechos puré (para lo que utilizaremos sopa de cocido para que no quede seco), las verduritas cocidas y las proteínas que hayan sobrado. 

CONSEJO: Evitar comer en grandes cantidades, ya que puede resultar un poco indigesto.

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