Heraldo del Campo

Casi un siglo de carne en familia

González Romero lleva nueve décadas dedicada a la elaboración de cárnicos. Ubicada en Ariza, es la única de Aragón que realiza su producción de manera tradicional.

El gerente y propietario de González Romero, Enrique Romero, en las instalaciones de la firma.
El gerente y propietario de González Romero, Enrique Romero, en las instalaciones de la firma.
X. López Iturbe

Cuando el abuelo de los actuales propietarios de González Romero llegó a la localidad zaragozana de Ariza, probablemente no imaginaba que estaban poniendo la semilla de la que es la mayor empresa de la comarca de Calatayud. Fundada en 1928 y dedicada a la elaboración de productos cárnicos, González Romero ha cumplido 90 años de vida con la tradición en los productos, la innovación en los procesos y la cercanía a sus clientes como principales claves de su longeva trayectoria.

Su filosofía es mantener la tradición en la producción de elaborados frescos y curados, que se realizan de forma natural siguiendo las recetas familiares transmitidas de generación en generación y, por supuesto, evitando todo aquello que «implica producción industrial». Algunos de sus productos, como los fardeles y las salchichas, todavía los hacen de forma manual.

Además de por su historia y la calidad de sus productos -todos aptos para celíacos-, la familia González Romero es conocida por elaborar embutidos, adobados y derivados de la matanza de forma personalizada. Es decir, ellos son capaces de replicar las recetas familiares de cada casa y de crear productos al gusto del consumidor. «Los clientes vienen a nosotros con recetas elaboradas toda la vida en sus casas, por sus abuelas, y nosotros las replicamos. La matanza era un momento familiar muy importante, pero, desde hace años, ha desaparecido, así que nosotros lo intentamos mantener vivo, en cierta manera, y permitir que la gente no pierda esa costumbre de tener productos propios y personalizados», destaca el gerente y propietario de la firma, Enrique Romero González, quien está al frente de la empresa junto a su hermano Raúl.

Los clientes pueden seguir el proceso de elaboración de sus pedidos desde un espacio acristalado y, una vez producidos, se custodian en el secadero hasta el momento óptimo de consumo. También son expertos en la personalización de cortes de carne y en la curación de chuletones. Estos servicios lo realizan tanto a particulares como a profesionales.

González Romero da trabajo a 22 empleados, que mantienen durante todo el año, independientemente de la carga de actividad. En sus instalaciones cuentan con una granja propia con capacidad para 300 terneros, una sala de despiece, un obrador de elaborados frescos, una fábrica de embutidos, un secadero, 1.000 metros cúbicos de cámaras frigoríficas y, desde 1973, una carnicería en el centro de Ariza. «En los últimos cinco años hemos invertido 110.000 euros en la mejora de nuestros espacios y en la compra de nuevas máquinas. No todas las empresas familiares pueden presumir de tener cerca de un siglo de vida. A lo largo de este tiempo, tanto nuestros antepasados como ahora nosotros, nos hemos sentido muy arropados por la gente. Nos perciben como profesionales con una larga experiencia y como una empresa seria y comprometida con los clientes. Les ofrecemos cercanía, algo que no encuentran en las grandes empresas cárnicas nacionales», afirma su propietario.

En González Romero apuestan por el comercio de proximidad y colaboran con una red de más de 250 establecimientos de alimentación y hostelería de Aragón, Castilla-La Mancha y Castilla y León. A través de estos comercios, sus clientes realizan sus pedidos y hasta allí los hacen llegar ya que estos actúan como punto de entrega, indica Enrique Romero.

La proximidad con sus clientes es una de las claves de su actividad. «Esta proximidad nos otorga el cariño y la fidelidad de nuestros clientes. En ciertas épocas del año, como el verano, cuando la población se triplica y vienen productos de otros puntos, el público sigue comprándonos a nosotros», añade. «Escuchar a las personas nos parece fundamental», incide.

González Romero comercializó en 2017 un total de 460.000 kilos de carne, de los que 53.000 kilos eran procedentes de la matanza. De este total, 27.300 kilos correspondieron a elaborados personalizados de recetas traídas por sus clientes.

Más información en el Suplemento Heraldo del Campo

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