Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Combatir el cambio climático

El Proyecto Life Agriadapt tiene como objetivo demostrar que hay medidas que pueden aumentar la adaptación al cambio de explotaciones agrícolas y ganaderas.

Daños de una intensa granizada en un campo de cereal en Aragón.
Daños de una intensa granizada en un campo de cereal en Aragón.
Heraldo

Una fuerte tormenta, con granizos del tamaño de una pelota de golf, ha causado graves daños en varias zonas de cultivo del Bajo Cinca, especialmente en los municipios de Ballobar y Osso de Cinca»; «Las localidades de Maluenda, Velilla y Morata sufrieron ayer una intensa tormenta que dejó registros que van desde 40 litros por m2 hasta los 60, según la zona, y que ha producido graves afecciones en los cultivos». Noticias como estas se han sucedido a lo largo del verano. Se trata de fenómenos meteorológicos extremos que son, junto al aumento de las temperaturas y la menor disponibilidad hídrica, uno de los talones de Aquiles de la agricultura.

Para estudiar esta situación e intentar buscar soluciones, arrancó, en septiembre de 2016, el proyecto Life Agriadapt, que trabaja para conocer las variables climáticas que afectarán en mayor o menor medida a los diferentes sistemas agrarios o cultivos de toda Europa. «Este proyecto pretende demostrar cómo diversas medidas pueden aumentar la adaptación al cambio climático de explotaciones ganaderas, cultivos agrícolas herbáceos y permanentes. También se abordan los posibles beneficios ambientales de dichas medidas. Las entidades participantes en el proyecto desarrollan acciones en estrecha colaboración con agricultores y ganaderos, administraciones, escuelas de ingeniería agraria y entidades privadas, con el fin de desarrollar resultados transferibles», matiza Vanessa Sánchez, coordinadora de Life Agriadapt, iniciativa que cuenta con el apoyo del programa Life de la Unión Europea y cuyo presupuesto total de ejecución es de 2,16 millones de euros, de los cuales un 60% son financiados por la UE.

En esta propuesta participan 120 explotaciones agrícolas y ganaderas de las cuatro principales regiones de riesgo climático de la Unión Europea: la Europa meridional, en cuya zona de actuación se incluye España; la Europa occidental; la Central y el Norte del continente.

En el caso de España, la entidad que se encarga de poner en marcha estas acciones es la Fundación Global Nature, que tiene el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Transición Ecológica, y está participando en la creación de los informes de referencia, de los catálogos preliminares y en la selección de las explotaciones piloto, de las cuales 32 se localizan en España (6 son dehesas para estudiar ganadería extensiva; 6 analizan ganadería intensiva para producción de leche, y las otras 20 explotaciones son cultivos herbáceos o permanentes).

Entre los estudios de vulnerabilidad al cambio climático se han analizado los viñedos, cultivos herbáceos y el tomate de industria, así como sistemas de ganadería intensiva para la producción de leche y de carne en dehesas.

Una vez analizados, entre las medidas de adaptación al cambio climático adoptadas para tratar de minimizar los impactos en los cultivos se encuentran la apuesta por técnicas de laboreos reducidos, la implantación de cubiertas verdes, la rotación con leguminosas o la fertilización orgánica, que son aplicables a una gran diversidad de cultivos, como los cereales, viñedos o los tomates de industria. También se ha insistido en la búsqueda de variedades más adaptadas; los cambios en las fechas de siembra y recolección; o una mayor eficiencia en los sistemas de riego para aquellos cultivos que en la actualidad se encuentren en regadío. En el caso de la ganadería extensiva, se propone mejorar la cantidad y la calidad del pasto a través de sistemas de pastoreo rotacional.

«El objetivo principal es demostrar que tres de los principales sistemas agrarios de la UE (ganadería, tierras arables y cultivos permanentes) pueden aumentar su resiliencia ante el cambio climático gracias a la puesta en marcha de medidas de adaptación viables y sostenibles que también pueden tener otros beneficios ambientales. Y, sobre todo, lo que pretendemos es mejorar el conocimiento básico para el desarrollo, la evaluación y el seguimiento de la vulnerabilidad al cambio climático a escala de explotación», matiza Vanessa Sánchez.

Difusión e información

Una vez analizados los parámetros y elaboradas las propuestas generales para los sistemas agrarios claves, llega el momento de presentar y debatir los resultados con los principales destinatarios y grupos de interés, especialmente con los responsables políticos en el ámbito internacional, europeo, nacional y regional, así como centros de investigación, empresas de la industria agroalimentaria, asociaciones agrarias y entidades de certificación y seguros.

«Actualmente, estamos en la fase de difusión de resultados. Hemos elaborado un módulo didáctico de formación que está disponible en la web del proyecto: www.agriadapt.eu. También ofrecemos cursos de formación a agricultores actuales y futuros», concluye Sánchez.

Más información en el Suplemento Heraldo del Campo

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