Heraldo del Campo

Un emotivo grito contra la insegura despoblación

El sector agrario exigió políticas que garanticen la seguridad en el medio rural en el homenaje que COAG rindió a José Luis Iranzo, el pastor turolense asesinado en Andorra.

La viuda de José Luis Iranzo, Eva Febrero, en su intervención en el homenaje al ganadero asesinado.
La viuda de José Luis Iranzo, Eva Febrero, en su intervención en el homenaje al ganadero asesinado.
E. C.

Con un ensordecedor silencio y un atronador e interminable aplauso, puestos en pie y sin poder contener las lágrimas. Así volvieron a gritar los agricultores y ganaderos aragoneses contra una de las lacras que recorre el medio rural en la región, una despoblación contra la que no creen que se actúe con contundencia, que lleva como compañera de viaje una inseguridad que está matando los municipios. Su exigencia sonó alto y claro en el lucernario del Ministerio de Agricultura, donde el pasado miércoles COAG rendía un emotivo homenaje al ganadero y pastor turolense José Luis Iranzo, asesinado a tiros el 14 de febrero por el peligroso -e internacionalmente buscado- ex militar serbio Norber Feher, autor de un triple crimen en la tranquila localidad turolense de Andorra en el que también murieron dos guardias civiles.

«La despoblación es una lacra que está acabando con el medio rural, es una enfermedad que silenciosamente está matándolo todo», señaló en su intervención la viuda de Iranzo, Eva Febrero, que recordó que en Teruel, con una densidad de población de nueve habitantes por km2 «de esto sabemos mucho». Por eso, Febrero advirtió ante un auditorio entre el que se encontraba la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, el delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, y una nutrida representación de diputados y responsables políticos aragoneses, que un medio rural vivo necesita población y vivir en zonas despobladas es duro, «por lo que si queremos gente en nuestros pueblos habrá que darles servicios, habrá que darles oportunidades y, por la parte que me ha tocado sufrir, hoy más que nunca, habrá que darles seguridad. La que nos ha faltado en esta ocasión».

«Pongan en marcha política»

Febrero, que recordó que su marido «con ese entusiasmo y con su fortaleza de guerrero espartano» animó a muchas personas para continuar viviendo en el medio rural, ese medio rural que tanto amaba y en el que tan trágicamente murió. Por eso, tanto para homenajear al pastor como para continuar con la labor que a él tanto le ilusionaba «me toca pedirles por favor que se definan los medios y políticas concretas que se van a poner en marcha desde las instituciones para resolver la problemática de las zonas rurales y para que las futuras generaciones quieran vivir en nuestros pueblos», destacó la viuda, que se preguntó: «¿De verdad no existen herramientas en las instituciones para evaluar lo ocurrido en Teruel, explicarlo a la sociedad, dejar a un lado la autocomplacencia, tomar conciencia y evitarlo a futuro?»

No fue el único clamor contra la despoblación que se escuchó en el acto. También le puso voz Marcos Garcés, coordinador de las Juventudes de COAG, un cargo que Iranzo también ocupó entre 2006 y 2009. «A José Luis lo mataron las políticas pro urbanas, la despoblación y la inseguridad en el medio rural», dijo con contundencia el joven aragonés, agricultor y ganadero de la localidad turolense de Bañón (149 habitantes).

En el homenaje, el máximo responsable de COAG, Miguel Blanco, anunció que la organización ha decidido instaurar un premio conmemorativo, con carácter periódico, en recuerdo de José Luis Iranzo. El galardón, que tendrá su nombre, reconocerá a personas o entidades que se distingan por sus valores de solidaridad y compromiso firmes en defensa de los hombres y mujeres del campo y del medio rural, tal y como hizo el joven pastor de Andorra.

Más información en el Suplemento Heraldo del Campo

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