El debate de la reforma de la Política Agraria Comunitaria (PAC) que se avecina amenaza con convertirse en un sobresalto continuo para el sector agrario. El último ‘susto’ lo ha dado el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, que ha pronunciado las siglas PAC seguidas de la palabra ‘recortes’ y ha destapado la caja de los truenos.

Aunque el sector, y también los representantes políticos de las comunidades autónomas, llevan meses insistiendo en marcar las líneas que debe seguir la política comunitaria a partir de 2020, la Comisión Europea prefiere hablar de dinero. Más teniendo en cuenta que en los próximos presupuestos de la Unión ya no estará el Reino Unido y que el agujero que el ‘brexit’ dejará en las cuentas de la PAC se estima en unos 3.000 millones de euros.

Juncker ha hablado de tres escenarios. El mejor habla de mantener el ‘statu quo’ anual, pero a renglón seguido el presidente de la Comisión reconoce que no sería lo más recomendable por sus implicaciones. El más preocupante eleva hasta el 30% el tijeretazo que habría que aplicar al presupuesto de la PAC. Y eso significaría que los agricultores y ganaderos españoles podrían perder hasta un 10% de su actual renta agraria.

Las más airadas respuestas no se han hecho esperar. Comenzaron en el mismo Ministerio de Agricultura. La ministra Isabel García Tejerina ya ha dejado claro que el peor de los escenarios planteados por la Comisión Europa, es decir, ese recorte del 30% de los fondos, no es aceptable para España y ha asegurado que «la prioridad del Ejecutivo en las negociaciones será defender que la UE avance y atienda a nuevas prioridades pero sin olvidar que la política agraria debe contar con el presupuesto adecuado».

Tejerina ha insistido que la posición del Gobierno central será la defensa de un presupuesto «importante» para la PAC, aunque asegura que es consciente de que la situación es extremadamente compleja. «La salida del Reino Unido conlleva una perdida de fondos importantes par alas políticas europeas, hay nuevas políticas llamando a la puerta, pero el gobierno defenderá como ha hecho siempre un presupuesto importante para los agricultores», ha apuntado.

Preocupación

El consejero aragonés de Desarrollo Rural también ha dejado claro como ha recibido la peor propuesta de Juncker. «Con preocupación», dice Joaquín Olona, que asegura que la incertidumbre es compartida por todas las Comunidades Autónomas. Olona hace hincapié en que para defender el presupuesto también hay que explicar y pronunciarse sobre qué se quiere que sea la PAC, así como en la necesidad de explicárselo debidamente a la sociedad. «En mi opinión, estas ayudas son absolutamente imprescindibles porque los precios de mercado, por lo general, no cubren los costes ni mucho menos la renta. Mi propuesta de reforma de la PAC radica en la necesidad de compensar debidamente la renta de los agricultores», recuerda el consejero.

Y es que, en su opinión, «no se trata solo de mantener el presupuesto, sino de introducir reformas en profundidad con la finalidad de redistribuir mejor los fondos y que vayan dirigidos, preferente, a quienes más dependen de la agricultura y más contribuyen a su mejora», insiste.

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