Tercer Milenio

En colaboración con ITA

El abrazo de Aragón al mundo

Manuel Teruel es el presidente de Feria de Zaragoza.

FIMA 2018 reunirá en Zaragoza a miles de personas procedentes de todos los rincones del mundo.
FIMA 2018 reunirá en Zaragoza a miles de personas procedentes de todos los rincones del mundo.
Heraldo

La Feria Internacional de Maquinaria Agrícola celebra este año su 40 edición con mayor pujanza, llena de novedades e innovaciones que nos hacen estar en los primeros puestos del panorama internacional de salones industriales y nos posiciona como una de las tres citas referentes en Europa.

Aragón, esa tierra fuerte y con arraigo, con mentalidad abierta al cambio y al progreso, ubicada en el centro del valle del Ebro, la zona más pujante del sector primario español, sustentada en una producción de calidad, hecha desde el cuidado de la tierra y la sostenibilidad, ha conseguido situarse en el mapa agroalimentario mundial.

El mundo agrario ha experimentado toda una revolución tecnológica en los últimos años con un cambio mayúsculo gracias a la gran capacidad de los profesionales y su sacrificio.

En apenas unos años, se ha pasado de una agricultura basada en el esfuerzo del hombre, muy artesanal, a introducir innovadores mecanismos que aportan un gran valor a la cadena agroalimentaria y en los que la tecnología se ha convertido en un motor de desarrollo y conocimiento.

Y, sin duda, nuestra FIMA ha sido uno de los grandes protagonistas que más ha aportado al sector. En sus 54 años de vida, la Feria Internacional de Maquinaria Agrícola ha sido capaz de crecer junto al sector, de ir de su mano y de escuchar para ser capaz de ofrecer soluciones y propuestas adaptadas al mercado.

Una de las claves del liderazgo mostrado por FIMA radica en la confianza y complicidad que existe entre las empresas del sector y todas las personas que forman el equipo de Feria de Zaragoza.

Otra clave, no menos importante, es la amabilidad con la que la ciudad de Zaragoza acoge a los más de 200.000 visitantes de fuera de Aragón, que durante unos días llenarán todos nuestros hoteles y restaurantes, que compraran en nuestros comercios, que usarán nuestros servicios y que cuando se regresen a sus países de origen serán los mejores divulgadores de nuestra tierra.

Algunos recordarán la FIMA de los comienzos, cuando se veían las calles de Zaragoza llenas de gorras con los colores corporativos de los tractores de importación. Hoy en nuestra 40 edición queremos que todos los aragoneses la conozcan un poco más.

En FIMA habrá 1.572 marcas procedentes de una cincuentena de países y una superficie expositiva que supera los 161.000 metros cuadrados, el valor de los equipos que se expondrán supera la astronómica cifra de los 5.000 millones de euros; hemos vuelto a crecer y podemos afirmar que FIMA es la gran cita de la agricultura mundial en 2018, que es la feria más grande en superficie y en visitantes profesionales de cuantas se celebran en España de todos los sectores y una de las principales de Europa.

Es una gran feria global, las marcas extrajeras que exponen son el 60% y proceden de los cinco continentes, además contamos con acreditaciones de visitantes de más de 80 países.

El impacto económico que genera una feria de estas características, con una previsión de visitantes cercana a los 250.000 y más allá de la imagen y repercusión mediática, se sitúa en los 300 millones de euros.

A lo largo de su ya dilatada trayectoria, el salón ha demostrado que es un instrumento esencial para el sector agrícola nacional e internacional y un fiel reflejo de lo que es la agricultura en España y en el arco Mediterráneo, tanto desde el punto de vista de la fabricación como el de la distribución y de las ventas.

Podemos afirmar que la Agricultura 4.0 ha llegado y nuestro certamen es el mejor escenario para poder conocer estos avances. La digitalización, el ‘big data’, los nuevos sistemas de seguridad y la incorporación de la tecnología son algunos de los elementos en los que hemos trabajado para ofrecer una radiografía del sector, gracias a su capacidad para ofrecer valor añadido, un aspecto muy reconocido por los profesionales.

Antes de finalizar, me gustaría aprovechar estas líneas para desearles un fructífero año agrícola a todos y espero que los buenos augurios que nos presenta esta feria internacional se proyecten en su actividad diaria. Y deseo además que en 2020 podamos hablar, de nuevo, de una gran FIMA.

Más información en el Suplemento Heraldo del Campo

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