Heraldo del Campo

Cien números sembrando la voz del campo

Son muchos los asuntos, análisis e historias que han aparecido en las páginas de este suplemento desde que nació. Todos ellos reflejan la importancia económica y también social de este sector para Aragón.

Heraldo del Campo edita su portada número cien.
Heraldo del Campo edita su portada número cien.
Heraldo

Fue un viernes, 25 de octubre de 2013 cuando algunas de las páginas de Heraldo se teñían de verde. Este diario comenzaba a encartar un nuevo suplemento, que se publicaría primero cada mes para convertirse en semanal a partir del 30 de octubre de 2016, para dar voz a un sector cuya contribución al PIB aragonés puede parecer, en términos numéricos, poco significativa pero cuya importancia destaca por la variedad de sus actividad, por su apuesta por la innovación, por su constante adaptación a los mercados, su creciente exportación y un dinamismo que se traducido en continuas inversiones tanto en producción, como transformación y distribución.

Un sector cuya presencia, a lo largo y ancho de la Comunidad, es imprescindible para vertebrar el territorio, fijar la población y sostener el medio natural. Un sector que no deja de mirar al cielo mientras contiene la respiración porque las lluvias no llegan y la sequía está dejando a cero la rentabilidad de las explotaciones o porque cuando llega lo hace con tanta violencia que arrasa las cosechas. O que no entiende por qué el fuego cruzado de las decisiones políticas entre países hieren de muerte la viabilidad de sus explotaciones, o por qué los acuerdos comerciales a ambos lados del Atlántico terminen pasando factura a la agroalimentación.

Sus retos y sus éxitos, sus preocupaciones y reivindicaciones, sus temores y sus logros han pasado por las páginas de este suplemento que hoy publica su número 100. Una simbólica cifra con la que echar la vista atrás para recordar los hitos que han marcados el devenir de la agroalimentación durante los últimos cinco años.

En sus portadas se han hecho visibles todos sus subsectores productivos, tanto cuando pasaban por dificultades y querían hacer oir sus reivindicaciones, como cuando habían conseguido una buena campaña y explicaban, con sus propias experiencias o través de las voces de sus representantes, el trabajo realizado para conseguirlo. Se ha demostrado el dinamismo inversor de una industria agroalimentaria que no deja de innovar para responder a unos mercados cada vez más globales, más cambiantes, más exigentes. Se ha recogido también, en primera persona y con nombre y apellido, la voz de los expertos, tanto nacionales como internacionales. Y solo es el principio.

El sector vitivinícola, y la conveniencia o no (especialmente comercial) de crear una denominación de origen única que aunara la calidad de los caldos de Cariñena, Calatayud y Campo de Borja, fue el encargado de abrir el 27 de septiembre de 2013 el surco en el que se sembró la primera semilla de una publicación que nacía con el objetivo de visibilizar al potente (y desconocido) sector agroalimentario.

Desde entonces y a lo largo de estos primeros cien números, el vino y el viñedo han sido protagonistas de numerosas historias que han hablado de crecimiento, de inversiones, de innovación o de conquista de nuevos mercados, así como de las numerosas iniciativas en las que las bodegas y las viñas han sido la excusa perfecta para convertir a Aragón en destino inexcusable para ese turismo que no busca playa.

Como el vitícola, los sectores agrarios con destacada presencia en la Comunidad, -cereales, forrajes, frutales, almendros, olivar, ovino, vacuno, porcino, aviar, cunícola o apícola- han llevado su voz a las portadas de esta publicación. En unas ocasiones para explicar cómo se realizan sus siembras y sus cosechas. Otras para mostrar los efectos de un clima adverso que un año anega campos y el siguiente seca cosechas. Unas veces para denunciar los ruinosos precios que cobran y otras -las menos, pero las hay- para reconocer que las cotizaciones de sus cosechas han hecho historia (como sucedió con la almendra). Y siempre para dejar claro que sea cual sea el montante que tiene que desembolsar el consumidor por los alimentos que adquiere, este no es ni de lejos el precio (mucho más bajo) que recibe el agricultor o ganadero por ese mismo producto.

Como no podía ser de otra manera la ganadería aragonesa también se ha hecho hueco en estos 100 números. El ovino ha protagonizado las portadas más preocupantes, en la que se ha evidenciado el retroceso de un sector, vital no solo desde el punto de vista económico sino también social y medioambiental, que comenzó a gestarse con la decisión comunitaria de desligar las ayudas de las producción y que arrastra desde entonces una crisis en la que no parecen haber reparado todavía las administraciones.

El contrapunto lo ha protagonizado el porcino que, amén de los problemas que plantea que supone el tratamiento de sus purines, transita estos años por una senda de continuo crecimiento impulsado por una mayor producción, una fortaleza inversora y un avance sin complejos por los más exigentes mercados internacionales.

Mujeres y jóvenes

Aunque no deja de repetirse que el agrario es un sector masculinizado y envejecido, los 100 ejemplares de este suplemento han evidenciado la presencia de mujeres y jóvenes. No son por supuesto el colectivo más numeroso. Continúan teniendo problemas para conseguir ayudas, para acceder a la tierra o, en el caso de las féminas, para que la titularidad compartida de las explotaciones no se quede en papel mojado después del logro que supuso regularla por ley tras décadas de reivindicación.

Unos colectivos que no solo han mostrado sus exigencias y sus dificultades, sino que también han liderado los proyectos más novedosos, las iniciativas más innovadoras o cómo el uso de las punteras tecnologías no es ajeno al manejo del tractor, a la gestión de la granja o al control del riego. Porque precisamente la innovación y la investigación ha acudido fielmente a estas páginas, tanto si era realizada por empresas y emprendedores a título particular o por los numerosos y competentes centros tecnológicos de la Comunidad.

Las ‘noticias’ del exterior

El sector agroalimentario ha explicado en estos cien ejemplares cómo tiene los pies en la tierra y la ojos siempre mirando al cielo, pero también ha detallado que nunca deja de estar pendiente de aquello que sucede fuera de nuestras fronteras. No se referían precisamente a la exportación. Hablaban de decisiones políticas de países, a veces muy lejanos, que les han afectado -mucho y muy negativamente- o en normativas lideradas por el mercado único al que pertenecen. Ahí están las continuas reformas de la PAC, los efectos de la sorpresiva decisión del Reino Unido de abandonar la UE, el veto ruso o los acuerdos entre Europa y Canadá.

Y, tristemente, este suplemento ha tenido que ser testigo de una noticia que jamás hubiera querido tener que contar, el brutal asesinato del joven turolense José Luis Iranzo, agricultor, ganadero y reconocido sindicalista de UAGA-COAG.

Son los primeros 100 números. Vendrán más porque este sector tiene aún mucho que decir.

Más información en el suplemento Heraldo del Campo

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