Heraldo del Campo

"Es muy importante luchar por los sueños que nos proponemos"

Pollos de corral ‘El Romeral’, que arrancó hace menos de una década en Poleñino, da trabajo en temporada alta, a casi una docena de personas.

Los dos socios, Mario Azón y Carlos Porta, en las instalaciones de su matadero.
Los dos socios, Mario Azón y Carlos Porta, en las instalaciones de su matadero.
P. El romeral

En el año 2009, Mario Azón y su socio Carlos Porta eran dos jóvenes de 25 y 21 años de edad, respectivamente, con muchas ganas de emprender un negocio y hacerlo en la tierra que los vio nacer, en la comarca de Monegros.

Aunque ninguno de los dos tenía relación directa con la agricultura, montaron en Poleñino, el pueblo de Carlos, una empresa dedicada a la producción de pollos de corral. Arrancaron con un primer gallinero y las primeras Navidades se sacrificaron 400 pollos. En estas últimas, las de 2017 casi 6.000. Actualmente pasan por el matadero anualmente unas 22.000 aves de corral, entre pollos, pulardas, pintadas y capones.

Aves que ocupan ahora cuatro gallineros de 150 metros, con sus respectivos corrales de 1.250 metros, y otras naves que han ido adquiriendo a lo largo de estos nueve años. «Son animales que se crían al aire libre y se alimentan a base de cereal de la zona del valle del Ebro. La crianza es de cuatro a cinco meses, despacito y sin prisa. Además, tenemos un matadero propio que nos permite conseguir un ciclo cerrado donde nosotros criamos, sacrificamos y distribuimos los pollos de corral a nuestros clientes, de manera que están totalmente preparados y listos para el consumo», apunta Mario Azón, socio de la empresa.

En este tiempo, Mario y Carlos han ampliado su base de mercado, que inicialmente fue la provincia de Huesca, y hoy sus pollos, que se comercializan bajo la marca ‘El romeral’, (www.pollosdecorral.es) han llegado a otros establecimientos de Zaragoza, Madrid, Barcelona o Alicante, entre otros rincones de España.

«Ha sido poco a poco, gracias al boca a boca, a internet y a la labor comercial que llevamos a cabo para conseguir nuevos clientes. Casi una década después, estamos muy satisfechos con el trabajo realizado porque hemos conseguido nuestro sueño de quedarnos a vivir en el pueblo. Y no solo eso, también hemos logrado que nuestra empresa crezca cada día más, lo que nos ha permitido crear empleo en el medio rural y vertebrar más el territorio», afirma Mario.

En estos momentos, en la empresa trabajan cuatro personas, pero en temporada alta, como es Navidad o la festividad de San Lorenzo en Huesca (10 de agosto), pueden estar trabajando hasta una docena de personas en el matadero. «Nuestro reto es seguir consolidando la empresa y aumentando, en la medida de lo posible, los puestos de trabajo entre gente de la zona», señala Mario, quien insiste en que es «muy importante luchar siempre para conseguir los retos que nos proponemos en la vida».

Más información en el Suplemento Heraldo del Campo

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