En junio de 1967, un grupo de 92 técnicos diplomados por el Centro de Desarrollo del Ebro se reunieron en asamblea constitutiva para sentar las semillas de una nueva asociación cuyo objetivo era intercambiar y difundir conocimientos sobre el mundo agrario, algo que ellos conocían muy bien.

Estos profesionales eran conscientes de la escasez de instrumentos que tenían para ponerse en contacto entre sí y compartir experiencias y conocimientos, porque entonces no existía ni internet ni las redes sociales. Por todo ello, y con el fin de mejorar el día a día en el mundo agrario, decidieron constituir la denominada inicialmente Asociación de Técnicos Diplomados por el Centro de desarrollo del Ebro, conocida con las siglas de Cidade y que ahora tiene el nombre de Asociación Interprofesional para el Desarrollo Agrario (AIDA).

Cincuenta años después, la entidad sigue siendo un referente nacional en materia de difusión de informaciones técnicas gracias a sus jornadas sobre producción animal, que organiza los años impares, y sobre producción vegetal, que programa para los años pares. A estos encuentros acuden como ponentes y como público investigadores y profesionales españoles e iberoamericanos, en su mayoría, para dar a conocer los últimos avances en innovación y desarrollo dentro del mundo agrario.

Además, edita en versión ‘online’ la revista ‘Información Técnica Económica Agraria’, que originariamente se publicaba en papel y que, desde 2013, lo hace en la red. Esta revista aparece indexada en bases de datos internacionales, junto con otras publicaciones científicas muy importantes, y en ella vuelcan sus artículos, decenas de investigadores.

El 6 de octubre de 1967, apenas tres meses después de la constitución de la Asociación de Técnicos Diplomados por el Centro de Desarrollo del Ebro (Cidade), tuvo lugar la primera reunión de su junta directiva. Se hizo una vez que la Dirección General de Política de Interior del Ministerio de la Gobernación reconociera a esta asociación, cuya cuota de entrada costaba 200 pesetas, cantidad a la que habría que añadir un pago anual de 1.000 pesetas, repartido en dos fracciones.

Veinte días después se inició el proceso de admisión de socios, un número que creció exponencialmente con el paso de los años hasta llegar a los más de 700 que se registraron en marzo de 1995, la mayor cantidad hasta la fecha.

Actualmente, la entidad, que se denomina Asociación Interprofesional para el Desarrollo Agrario (AIDA), cuenta con alrededor de 360 socios no solo de Aragón, sino del resto de España ya que tiene un carácter nacional. Al contrario que ocurría en sus orígenes, donde solo dos mujeres formaban parte de este colectivo, ahora son mayoría, tanto en número como en cargos directivos, siguiendo la estela de Emilia Puig, que fue elegida presidenta de AIDA en mayo de 1985 y permaneció en este cargo hasta mediados de 1991.

"Entonces y ahora nuestro objetivo ha sido facilitar la difusión de informaciones técnicas y de ayuda profesional entre los asociados y contribuir al avance científico y técnico de este sector, algo que conseguimos gracias a la organización periódica de jornadas o seminarios", apunta Juan Marín, presidente de AIDA.

Su máximo responsable asegura que son el "punto de encuentro de cualquier profesional interesado tanto por el sector agrícola como ganadero. Por eso contamos entre nuestros socios con ingenieros agrícolas y agrónomos, biólogos, veterinarios, farmacéuticos y también economistas, porque la economía tiene un papel muy relevante dentro de este sector", señala.

Esta sinergia entre diferentes profesionales ha hecho posible que AIDA goce en su cincuenta aniversario de "muy buena salud" en palabras de Marín, y sea una de las asociaciones con este perfil más longevas no solo de Aragón sino del resto de España. "Durante este tiempo hemos ido modificando nuestros estatutos y nuestra forma de organización para adaptarnos a los tiempos y a las necesidades que demanda el sector en la actualidad, pero siempre hemos velado por proporcionar a nuestros asociados toda la información y ayuda profesional que pueda serles útiles y facilitarles contactos entre sí y con las diferentes instituciones a las que pertenecen", matiza Juan Marín.

Referente científico

En la asociación también coordinan y participan en conferencias, coloquios, seminarios o mesas redondas que puedan interesar a los socios para perfeccionar su formación profesional. Pero uno de sus puntos fuertes es la organización de sus jornadas de producción animal, los años impares; y las de producción vegetal, los años pares. En ambos casos, se celebran en Zaragoza y abordan temas de máxima actualidad.

En el caso de las jornadas de producción vegetal suelen ser monotemáticas y apuestan por temas relevantes, como las últimas, que se centraron en los injertos de árboles frutales, o las que se celebrarán el próximo año y que girarán en torno a los riegos y las nuevas tecnologías.

Por el contrario, "en las jornadas de producción animal se presentan trabajos más multidisciplinares, de temática muy variada y realizados por equipos de centros de investigación y universidades españolas, y también del resto de Europa y de América", matiza Begoña Panea, secretaria técnica de AIDA.

Estas jornadas son un referente para la asociación desde sus orígenes ya que, en el caso de las de producción vegetal, comenzaron a celebrarse el 31 marzo de 1968, apenas unos meses después de su constitución. El primer tema que abordaron fue ‘Patrones para frutales’ y desde entonces han sido decenas las cuestiones que han servido de hilo conductor de estas jornadas a lo largo del tiempo.

"Por su parte, las charlas de producción animal arrancaron hace 17 años y continúan con un notable éxito, tanto de participación como de contenido científico y técnico. Son una pieza clave de la actividad de AIDA y en ellas participan estudiantes, técnicos y científicos de todos los ámbitos", aclara Panea.

Publicación internacional

Dentro del campo de la difusión, la asociación cuenta con la revista ‘Información Técnica Económica Agraria’ (ITEA) que se ha convertido en un referente nacional en este tipo de publicaciones.

Originariamente se editaba en papel y, desde enero de 2014, en formato digital. Actualmente está incluida en los más importantes portales de información científica y técnica. "Además, estamos en las mejores bases de datos internacionales de revistas científicas: SCI Expanded, Journal Citation Reports/Science Editions, o Sopus, entre otros y somos una de las pocas revistas indexadas, tal vez la única, que publica los trabajos en español", recuerda Clara Marín, responsable de la revista.

Tal es su relevancia que, desde que fue indexada y se puede leer en internet, su impacto en el número de lectores se ha multiplicado por seis y la tendencia de crecimiento continúa. "En la actualidad el contenido se encuentra accesible en ‘open-access’ y AIDA hace un esfuerzo en volcar a la red los contenidos anteriores, que de otra forma son de difícil acceso", señala Clara Marín.

El cambio de formato de papel a digital se debió fundamentalmente a la necesidad de adaptarse a los tiempos, ya que el resto de revistas se editan digitalmente, pero el contenido sigue siendo el mismo y publican artículos que hacen referencia a temas de producción vegetal, animal y economía agroalimentaria. "Nos llegan publicaciones de todos los rincones de España y también de muchos países sudamericanos. Todos ellos son revisados por un equipo de editores que se encarga de darle validez al texto. La evaluación corre a cargo de profesionales independientes de la asociación, lo que asegura su imparcialidad", matiza Clara Marín, quien insiste en que "hasta tal punto son exigentes en la forma y el contenido de los artículos que anualmente se desestima casi el 50% de los trabajos que nos presentan".

Y es que son decenas los investigadores, científicos y profesionales de diferentes ramas interesados en escribir en esta revista que nació poco después de una asociación que hoy sopla las velas de su cincuenta aniversario. Un cumpleaños que afrontan con mucho optimismo porque "contamos con gente muy joven dentro de la junta directiva. Profesionales involucrados y con mucho interés en seguir aportando sus conocimientos para contribuir al avance científico y técnico del sector agrario", concluye Juan Marín.

Del boletín a internet: 50 años de información puntual

En julio del año 1968 comenzó a elaborarse un boletín periódico cuya finalidad era servir de comunicación entre los socios de la entidad. Estas primeras hojas fueron el embrión de la revista editada por AIDA ‘Información Técnica Económica Agraria’, que empezó a publicarse en 1970. Durante esta década, la publicación fue uno de los principales quebraderos de cabeza de la asociación, ya que "editarla e imprimirla resultaba muy costoso y a este fin se destinaba la mayoría del presupuesto de la entidad", apunta Clara Martín, su directora. Afortunadamente, los escollos económicos se salvaron y sus cuatro ejemplares anuales vieron la luz sin problemas hasta el año 2005, momento en el que se unificaron las series de producción animal y vegetal. Actualmente, los contenidos de la publicación se pueden leer en la página web de la asociación, www.aida-itea.org, lo que permite que sus contenidos puedan visionarsedesde cualquier rincón del mundo.

- Más información en el Suplemento Heraldo del Campo.