La normativa impuesta por algunos mercados europeos como Alemania o Suiza que exige recibir el vino de importación boca abajo, para que el corcho siempre esté humedecido por el caldo, supone que tras el empaquetado y paletizado, sea necesario realizar un volteo (rotación) de 180 grados de las cajas de botellas que tendrán como destino países extranjeros.

Para llevar a cabo esta acción es necesario disponer de un aparato volteador. Se trata de una maquinaria que consiste en una estructura metálica en la que se introducen las cajas ya paletizadas. Este aparato, por medio de unos sistemas de engranajes y motores gira simultáneamente de manera lateral y transversal para dejar las cajas en la posición adecuada para su envío más allá de nuestras fronteras. Además, cuenta con un cuadro eléctrico para accionar el aparato, lo que evita cualquier peligro para las cajas, y con un mando a distancia, lo que permite su manejo desde la propia carretilla de carga.

La empresa Tameji (Talleres Mecánicos Jimeno), ubicada en la localidad zaragozana de Cariñena, fabrica estos volteadores que ya patentó hace algo más de diez años y que se encuentran en bodegas no solo de Aragón, sino de toda España. Con el objetivo de satisfacer la demanda de sus clientes y las necesidades de un mercado cada vez más exigente, ha introducido continuas mejoras a este aparato cuya versión más actualizada presentaron en la última edición de Enomaq, celebrada en la Feria de Zaragoza, donde fueron reconocidos como novedad tecnológica del certamen en virtud de «los trabajos de investigación, la gestión de la calidad y el respeto medioambiental, así como la calidad y la aplicación de elementos de seguridad del mismo».

«Magnífica acogida»

La última innovación que los responsables de Tameji han incorporado en su volteador, consiste en la introducción de un palé que queda fijado en la parte superior del aparato. Este elemento permite la total sujeción de las cajas que van a ser volteadas. Tal y como explica el gerente de Tameji, Lorenzo Gimeno, «el volteador es ajustable en altura y el hecho de que el palé quede fijado evita la repetición de esta maniobra con cada carga de cajas». Con esta medida, añade, «reducimos el tiempo de trabajo del operario y rebajamos los riesgos para el trabajador en materia de seguridad en uno de las fases más delicadas de la preparación de los envíos».

Los responsables de la empresa zaragozana han valorado la «magnífica acogida» que ha tenido su volteador de botellas ya mejorado. «En la feria pudimos hacer alrededor de seis u ocho contactos diarios, que esperamos que en el futuro se materialicen», detalla Lorenzo Gimeno.

Pero Tameji no solo cuenta con este volteador en su catálogo. A lo largo de sus cinco décadas de historia han desarrollado una amplia gama de productos relacionados con el sector del vino. Actualmente disponen de toda la maquinaria necesaria para montar bodegas completas e incorporar las principales novedades del mercado.

Una empresa familiar

La máxima satisfacción del cliente es el principal objetivo de Talleres Mecánicos Jimeno. Ubicada en Cariñena, esta empresa familiar data del final de la década de los 50. Dedicada desde sus inicios a la maquinaria relacionada con el sector vitivinícola, Tameji es una empresa familiar fundada por Victoriano Gimeno y su hijo y que ahora dirige la tercera generación de esta saga. Tras sus inicios en una calle de la localidad, el crecimiento de la empresa les llevo a trasladarse, después de cinco décadas, a sus actuales instalaciones en una planta del polígono La Chimenea en las que trabajan más de una decena de personas.

Mantenimiento industrial, reparación y suministro de maquinaria vinícola y oleícola o el desarrollo de proyectos integrales en acero inoxidable son algunas de sus principales líneas de trabajo. Su maquinaria está presente en un gran número de bodegas tanto de la comarca de Cariñena como de la provincia de Zaragoza, así como de provincias cercanas.

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