Hasta hace dos años, los  alumnos que acudían al CEIP Asunción Pañart Montaner de Aínsa no tenían muy claro qué era la  agroecología. Para ellos y sus padres era «una cosa de hippies y modernos» que, gracias al esfuerzo del cocinero José Luis Cabrero  y el apoyo del equipo directivo y el Amypa del centro, se ha convertido en el día a día de más de 170 chavales que todos los días disfrutan en su menú de alimentos ecológicos y de proximidad. Y todo ello sin salirse del presupuesto marcado por la DGA, 86 euros al mes, desterrando de esta manera la idea preconcebida de que la comida ecológica es cara.

Tras varias charlas con madres y hortelanas, Cabrero logró convencerlas para poner en marcha un grupo de trabajo y presentar el proyecto a la dirección del centro, donde lo recibieron con agrado. En un primer momento, a los niños usuarios del comedor les costó un poco adaptarse a los cambios que se introdujeron en el menú, con platos en los que abundaban las verduras y las legumbres. Pero hoy disfrutan de un menú variado y equilibrado, confeccionado con verduras y hortalizas de Guaso, Arro y Buerba o de Atades Huesca cuando escasean las propias, así como ternera de Casa Fes, en Aínsa.

Un menú equilibrado, sano y que no se sale del presupuesto marcado, una de las grandes preocupaciones del equipo directivo cuando decidió implantar esta medida.

«Durante el primer año me dediqué a hacer muchas cuentas y vi que si sustituimos un plato de carne, que vale 95 céntimos, por uno de legumbre ecológica con cereal, que vale 16, obtenemos un ahorro de 79 céntimos. Asimismo, sustituyendo un plato de pescado, cuyo valor es de 88 céntimos, por unas croquetas caseras de 24 obtenemos un extra que podemos dedicar a comprar alimentos de mayor calidad como el pollo ecológico», señala Cabrero.

Gracias a esta ‘economía de hogar’ a las primeras frutas y verduras ecológicas que se sirvieron en el comedor se fueron añadiendo otros productos como  pollo o ternera en reconversión a ecológico. «Como las cuentas siguen cuadrando, estamos estudiando la posibilidad de consumir pescado sostenible procedente de Galicia, gracias a Lonxanet», matiza.

En esta carrera de fondo, el colegio ha contado con la colaboración de la Asociación un Paso Atrás, y la Red de Hortelanos del Sobrarbe, que llevan muchos años trabajando por la recuperación de semillas de variedades locales.Hábitos de consumo

Además, el principal objetivo de este proyecto es educar a los alumnos en el consumo saludable y ecológico, de manera que adquieran conciencia de las consecuencias que sus hábitos de consumo tienen sobre el medioambiente. «Para ello, no sólo hace falta la introducción de alimentos ecológicos y locales en su menú, sino que se hace necesaria una educación agroecológica. Por eso, en los dos últimos años hemos llevado a cabo una serie de actividades educativas en esta línea y estamos esperando que se apruebe un proyecto educativo basado en el programa ‘Alimentacción’, de Veterinarios sin Fronteras y Justicia Alimentaria Global, que ya se lleva a cabo en otros centros educativos con gran éxito», concluye Cabrero.De proximidad

Estos son los productos ecológicos y de proximidad que se consumen en el CEIP Asunción Pañart Montaner de Aínsa.

Ecológicos y locales: Verduras y hortalizas de Guaso, Arro y Buerba. Las temporadas en las que escasean se compran en Atades Huesca. Ternera en transición a ecológico de Casa Fes, Aínsa.

Ecológicos: Arroz y pasta de Riet Vell. Legumbres de Ecolécera. Huevos de Güego, en Monzón Pollo de Pollos del Cinca, en Albalate de Cinca. Fruta de Aínsa, Alcampell y Tamarite.

Locales: Cordero de Sotillo, Aínsa. Yogur de Saravillo a granel.Más información en Heraldo  del Campo