¿Cómo gestionar el patrimonio?

Tres claves para funcionar en el escenario económico actual.

Banco Santander ofrece tres claves para gestionar el patrimonio.
Banco Santander ofrece tres claves para gestionar el patrimonio.

1. Confiar en una entidad de gran solvencia y credibilidad

En el escenario económico actual, de cierta incertidumbre política, al tiempo que los mercados se amplían gracias a las nuevas tecnologías y los clientes son cada vez más globales, el Banco Santander considera imprescindible que los clientes puedan "contar con una entidad que les permita diversificar por activos, divisas y zonas geográficas" de forma que su actividad pueda ser tan dinámica y accesible como lo necesiten en cada momento. El equipo del Grupo Santander cuenta actualmente con cerca de doscientos mil profesionales trabajando bajo su nombre y con 3,6 millones de accionistas. Estas cifras, unidas a su más de centenar y medio de años de historia, han actuado como un aval de confianza y credibilidad para los más de cien millones de clientes que han confiado en sus servicios hasta el momento.


2. Disponer de un servicio de gestión profesional y con trayectoria

Los años de experiencia han permitido a la entidad comprobar que "es recomendable que los clientes confíen su inversión a entidades de reconocido prestigio, con excelentes equipos de inversión". Por ello Santander apuesta por la gestión discrecional para llevar a cabo la gestión del patrimonio, la cual "permite adaptarse al perfil de riesgo de cada cliente, al horizonte temporal del momento o a las necesidades de liquidez existentes, permitiendo al mismo tiempo situarse cerca de los mercados y manteniendo el compromiso de ofrecer a todos los clientes un servicio a medida". La experiencia de la entidad a la cual se recurre también es uno de los puntos reseñables en la selección de una institución en quien depositar la confianza a la hora de solicitar la gestión del patrimonio.


3. Buscar un servicio proactivo que mantenga un contacto periódico

Resulta fundamental tener un reporting -es decir, un informe de toda la gestión- completo, que proporcione una visión global de la entidad, así como la información periódica de posibles riesgos, ren- tabilidades y costes. Todo ello ha de estar estudiado siempre con el mayor detalle y transparencia, puesto que los resultados dependen de la minuciosidad con la que el informe se ajuste a la realidad. Para ello es imprescindible que el banquero sea proactivo y mantenga un con- tacto periódico con los clientes para revisar sus inversiones y man- tenerlas al día. Un contacto directo y constante marca la diferencia tanto en los buenos momentos de mercado como en aquellos menos optimistas que presenten una gran incertidumbre y volatilidad.


Información facilitada por Banco Santander.


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