"El futuro será tanto mejor cuantas más personas se formen en Derecho"

Entrevista a Alberto Herrero de la Fuente, catedrático emérito de Derecho Internacional de la Universidad de Valladolid y catedrático ‘Jean Monnet’.

Cada día suceden situaciones en las que instituciones y organizaciones internacionales deben interactuar. El siniestro del avión de Germanwings, la permanente tensión entre Palestina e Israel, la protección rusa de Edward Snowden o la crisis humanitaria de los refugiados son ejemplos de casos que han trascendido en la sociedad y que se valen del derecho internacional como herramienta fundamental sobre la que se llevan a cabo las relaciones entre los países implicados.


¿Cómo explicaría a futuros alumnos en qué consiste el Derecho Internacional?

El Derecho Internacional es el conjunto de normas jurídicas que rigen las relaciones internacionales, es decir, las que existen entre estados, entre estados y organizaciones internacionales (como la UE o la ONU) o entre organizaciones internacionales. A estas entidades les llamamos, por eso, sujetos del Derecho Internacional, condición que no tienen, por ejemplo, los ciudadanos, las empresas multinacionales, los grupos de presión, etc.


¿En qué situaciones se aplica?

Son numerosísimas, cotidianas. Trata todo el enorme entramado de las relaciones diplomáticas y consulares, el respeto de la integridad territorial de los estados (con la grave y lamentable excepción de Kosovo), el generalizado respeto a los tratados internacionales, no solo los que crean organizaciones internacionales, como la Unión Europea o el Consejo de Europa; la muy frecuente renuncia a imponer una solución por la fuerza...


¿Por qué es importante para un jurista saber sobre derecho internacional?

Tiene un enorme valor formativo, acostumbra al estudioso a tener una visión amplia, global, más certera por tanto, en principio, que la de un “internista” puro; completa el conocimiento general del derecho.


¿Qué aptitudes considera importantes para un profesional de este ámbito?

Su compromiso con una visión clara de la justicia y contra su manipulación, el sentir verdaderamente que el principio de la igualdad jurídica de los estados es absolutamente crucial, el defender que los derechos humanos sean internacionalmente protegidos, condenar sin paliativos la existencia de presos políticos... En suma: ser un demócrata y ejercer como tal. Y claro, dominar varios idiomas.


¿Qué profesionales deberían tener nociones sobre esta rama del Derecho?

Las personas que se dediquen al mundo de las relaciones internacionales, quienes piensen en trabajar en grandes consultoras, quienes quieran ser diplomáticos o funcionarios internacionales, quienes aspiren a entender el mundo global, quienes tengan un espíritu abierto, que siempre debe ser compatible con la referencia ineludible al interés nacional. Las salidas profesionales son más de las que la gente cree, más atractivas y creativas.


A lo largo de sus 50 años de experiencia, ¿ha cambiado el Derecho Internacional?

Enormemente. Sirva como dato que el manual que publicó mi padre, Alejandro Herrero Rubio, que no era precisamente uno de los manuales más escuetos, no contenía partes que en los actuales son imprescindibles. Yo me atrevo a señalar que el ámbito de materias se ha incrementado muchísimo, que la aproximación a los temas es más compleja, que la situación general de las relaciones internacionales es, digamos, menos “predecible” y que hasta alguna ONG ha llegado a influir en el fracaso de alguna conferencia internacional, como el proyectado Acuerdo Multilateral de Inversiones.


¿Considera que los ciudadanos están informados sobre esta materia de estudio?

Francamente creo que muy poco, aunque hoy exista en buena medida una especie de saturación de informaciones. Como recuerda el catedrático emérito, doctor Maximiliano Bernad, “inundación no es información”. Las razones son complejas, porque es cierto que en la sociedad del día a día, para entendernos, hay otras prioridades.


Y, sin embargo, el derecho es muy importante para la sociedad.

El mundo del futuro será tanto mejor cuantas más personas se formen en Derecho y me atrevo a asegurar que un conocimiento suficiente del derecho internacional por cada vez mayor número de universitarios rendirá sin duda frutos en cuanto al aprecio por la justicia, la paz, la concordia y el arreglo de las controversias internacionales por medios pacíficos.

Salidas profesionales del Derecho InternacionalDiplomático

“Implica destinos muy interesantes en todo el mundo”. A menudo son llamados por altas instancias del Estado, como la Casa Real, Gabinetes de Ministros, Cortes, etc. o incluso grandes empresas, que valoran su aportación profesional.


Funcionario internacional

Supone trabajar permanentemente en un contexto internacional, en temas de enorme interés y actualidad y “con una remuneración y unas condiciones de trabajo muy interesantes”. Uno de los destinos: la UE.


Asesor internacional

Ser uno de los miembros de un consultorio internacional o ejercer como asesor de instituciones o empresas significa “trabajar muy cerca de donde se toman las grandes decisiones y poder contribuir a perfilarlas”.


Abogado del Estado

A esta salida pueden optar aquellos “profesionales que estén bien formados en las ramas de Derecho Internacional y Derecho de la Unión Europea”, así como a otros altos cuerpos de funcionarios nacionales.


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