CIENCIA

El tamaño importa: Nanotecnología Ambiental

Nanociencia y Nanotecnología son campos científicos muy jóvenes, pero más aún lo es el de la Nanotecnología Ambiental, apenas una recién nacida, cuyo nacimiento a nivel europeo puede decirse que tuvo lugar hace apenas 4 o 5 años en el Instituto de Investigación de Ciencias Ambientales de Aragón, donde hay varios grupos pioneros en este campo.el comportamiento de los materiales es distinto según el tamaño de sus partículas, cuando estas empiezan a medirse ya en nanometros

Las nanoparticulas de medios acusosos se comportan distinto
agua
LAURA URANGA

El sulfuro de cadmio en un tamaño de 300 a 500 nanometros es un material inerte. Visto a través del microscopio, o simplemente de una lupa, se muestra como un granito de color marrón amarillento que no tiene ninguna actividad. Sin embargo, si conseguimos nanopartículas de este compuesto químico por debajo de las 50 nanometros, descubriremos que emite luz. La luminiscencia es, por tanto, una propiedad que el sulfuro de cadmio tiene solo a determinado tamaño. Esta característica ofrece una aplicación clínica muy relevante y es que permite marcar de manera luminescente un tumor cancerígeno, para diferenciarlo del tejido normal, y saber así la delimitación exacta de la parte enferma.


El ejemplo del sulfuro de cadmio nos sirve para demostrar que el comportamiento de los materiales es distinto según el tamaño de sus partículas, cuando estas empiezan a medirse ya en nanometros. La Nanociencia y la Nanotecnología han sido las protagonistas del congreso IV Workshop que reunió a dos centenares de científicos del 7 al 9 de septiembre en el World Trade Center de Zaragoza, organizado por el Instituto de Investigación de Ciencias Ambientales de Aragón (IUCA) y el grupo de de investigación de Electroscopia Analítica y Sensores.


Nanociencia y Nanotecnología son campos científicos muy jóvenes, pero más aún lo es el de la Nanotecnología Ambiental, apenas una recién nacida, cuyo nacimiento a nivel europeo puede decirse que tuvo lugar hace apenas 4 o 5 años en el Instituto de Investigación de Ciencias Ambientales de Aragón, donde hay varios grupos pioneros en este campo.


PARTÍCULAS NATURALES

Volviendo al sulfuro de cadmio, cuyas nanopartículas emiten luz por debajo de 50 nanometros, se sabe que existen nanopartículas naturales que varían de comportamiente dependiendo de su tamaño. "Las partículas en el polvo no son todas del iguales, algunos están por debajo de los 100 nanometros y conocemos que su comportamiento difiere según sus medidas", afirma Juan Ramón Castillo, coordinador del IUCA. Lo mismo sucede con las partículas en el agua o las agrupaciones de tamaño nanométrico de seres vivos en medios acuosos: "Sabemos que los aportes de nutrientes que llegan a las plantas por el agua son distintas según esté por encima o por debajo de un cierto tamaño", explica Castillo.


También existen nanoparticulas artificiales que muestran igualmente diferentes cualidades según sus medidas. Si las consecuencias de esos distintos comportamientos son negativas, positivas o indiferentes es algo que todavía debe determinarse y una de las razones por las que el trabajo del IUCA, y todas las investigaciones en Nanotecnología, son tan importantes.


Un ejemplo de estas nanopartículas artificiales serían los residuos dejados en el aire por los motores de los aviones. Cada día surcan el cielo miles de vuelos que lanzan toneladas de residuos que se dispersan atmosféricamente por todo el planeta. "Se ha probado que la presencia de estas partículas tiene relación directa con el cambio climático", afirma el profesor Castillo.


ESTUDIOS DE TOXICIDAD

Entre las aplicaciones que podemos encontrar de estos estudios está aclarar la toxicidad de ciertos contaminantes atmosféricos o el desarrollo de biosensores electroquímicos que permitan mejorar la detección de pesticidas en alimentos.

Entre los expertos participantes en este encuentro destacó la presencia de Itamar Willner, bioquímico israelí propuesto varias veces para el Nobel; Marco Masani, de la Universidad de Florencia, especialista en la utilización de secuencias de la cadena del ADN; y el español José Rivas, director del Laboratorio Ibérico de Nanotecnología, con sede en la ciudad portuguesa de Braga.