Ofrenda de Flores

Más de cinco millones de flores visten a la Virgen

Cerca de 300.000 personas tomaron el centro de la ciudad para participar en el acto más multitudinario y emotivo de los días grandes de la capital aragonesa.

La fila de participantes subía por Echegaray hacia San Vicente de Paul.
Más de cinco millones de flores visten a la Virgen
P. B. P.

Fueron cientos de miles de zaragozanos y visitantes los que, ataviados con la indumetaria tradicional, tomaron las calles de la capital aragonesa desde primera hora de la mañana para participar en el acto central de las fiestas del Pilar, la Ofrenda de flores. Cerca de 300.000 personas, según los datos facilitados por el consejero Jerónimo Blasco, tomaron de nuevo el centro de la ciudad para participar en el acto más multitudinario y emotivo de los días grandes de la capital aragonesa.


Las aglomeraciones en las principales arterias del centro zaragozano fueron frecuentes desde antes del mediodía, mientras la cola de participantes se alargaba hasta el Coso Bajo. "El acceso de individuales está desbordado de gente, pero los grupos están saliendo con fluidez, no hay apenas retraso", aseguraban fuentes municipales. Sin embargo, todo discurrió con normalidad, con orden, con tranquilidad. El buen tiempo, ideal para el desarrollo de la Ofrenda, contribuyó también al éxito de afluencia.


En la Plaza del Pilar, Fernando Lozano, uno de los coordinadores, advertía de que la gente de los grupos llegaba "muy contenta" a la Plaza del Pilar porque "por primera vez" estaban saliendo a la hora establecida. En la Lonja, el acceso 13 habilitado este año ha motivado una gran afluencia de gente desde primeras horas, sin olvidarse de los cientos de familias que pasan cada año por libre. "Es incontrolable. Hay ratos que está pasando más gente por individual que por grupos", confirmaba Lozano.


Desde todos los costados de la ciudad, los ciudadanos trasladaron sus flores para tejer el colorido traje floral de la Virgen. Doce horas de constante peregrinaje.


El Blasón Aragonés, el primero


El Blasón Aragonés estrenó este año el manto depositando una generosa ofrenda de color carmesí pasadas las siete y media de la mañana. "Ha sido la Ofrenda más bonita que hemos vivido. Hemos estado más de 100 personas con niños recién nacidos y todo", contaba emocionada María Luisa, directora del grupo, nerviosa aún por su participación en las lecturas de misa de 10.00.


El tiempo, aunque un poquito más fresco y con algo de aire,  respetó a los asistentes en el día grande. Por el contario, los retrasos del medio día alargaron a muchos impacientes la espera por ver a su patrona. "Justo en ese tramo, de 12.00 a 14.00, coinciden los grupos más numerosos -la Guardia civil, casas regionales, la Federacion de Interpeñas...- y eso retrasa bastante la Ofrenda", indicaban desde el Ayuntamiento.


A mediodía, más de 200 grupos habían hecho ya el recorrido, interrumpido en varias ocasiones por desfiles oficiales. "Al terminar la Misa Pontificial han salido y han paralizado la Ofrenda para hacer el acto de las autoridades eclesiásticas", indicaban las mismas fuentes. Conforme iba avanzando el día, desfilaban ya el resto de los grupos que conforman el total de los oferentes.


Más larga y con más flores


Esta Ofrenda fue la más larga, comenzó a las 7.30 de la mañana y terminó pasadas las 19.00, con especial incidencia en el caso de los oferentes individuales, que habitualmente pasan hasta a las 15.00. Un nuevo récord logrado este año tras superar las once horas y media de duración.


También se incrementó el número de flores, pasando de los cinco millones del 2011 a los 5,5 que este año han conformado el manto multicolor de la Virgen del Pilar. Por todo esto, Jerónimo Blasco subrayó que ha sido un "éxito de participación", con 497 grupos, entre los que destacó a Ecuador como país invitado.

Variedad de estilos, y de opiniones


El cambio de color era la novedad principal. Y venía precedida de una notable polémica que, sin embargo, no se concretó luego en el acto, aunque sí generó opiniones para todos los gustos. Mientras unos elogiaban a su patrona, vestida de rojo, otros se posicionaban en contra de la novedad. "Me parece genial así, lo que no me gusta ya es que cada año pongan uno. O blanco o rojo", afirmaba tajante Blanca, de La Zaida. A su juicio, la Ofrenda "sorprendería más" al que llegara si los laterales de la parte inferior de la estructura fueran todos de un color "para no ver todos los claveles mezclados al entrar a la plaza". Por su parte, Fernando, vestido junto a su pequeño de 10 meses, confesaba que la prefiere "blanca" porque así -insiste- "parecía hasta un poquito más grande". Él y su familia llevaban desde las 10.30 en la fila de individuales y a mediodía todavía no habían entregado las flores. "El pequeño -bromeaba- está ya que treparía por las flores". Tampoco África -de dos meses y medio- aguantaba una jornada tan larga y descansaba a esas horas en brazos de su padre.


A otros, el madrugón les mereció la pena. Es el caso de Romeo y Nieves, un matrimonio del Actur que a primera hora de la mañana hacía ya fila en San Vicente de Paul para pasar la Ofrenda junto a su nieta. "A veces se unen también los hijos, pero nosotros venimos siempre con ella", contaban. Romeo, el abuelo, lucía un bastón de peregrinación con cinco cintas colgadas alrededor, venidas de Fátima, Lourdes, Zaragoza, San Sebastián de Garabandal y El escorial, donde estuvieron en el 81. "Ahora nos faltan dos de Bélgica y una en Bosnia Herzegovina", precisa.


Alrededor de ellos, miles y miles de personas se acercaban a ver el desfile y el resultado de la Ofrenda en la plaza del Pilar. Muchos de ellos se preparaban ya para las siguientes paradas, la Ofrenda de Frutos o el Rosario de Cristal, que tendrán lugar este sábado.