"La verdadera tradición es que el manto se cambie"

El debate que en los días previos a la Ofrenda de Flores y durante el propio acto ha acaparado gran parte de las conversaciones de los zaragozanos también ha llegado hasta el Ayuntamiento, donde consideran que la decisión de cambiar el 'tejido' blanco por gladiolos rojos y de, en los próximos años, vestir a la Virgen con mantos de países Latinoamericanos, ha sido acertada. "Los cambios siempre dan un poco de miedo, pero creemos que es una buena forma de aportar una pequeña novedad en cada edición y de potenciar el día de la Hispanidad", ha asegurado el concejal de Cultura de Zaragoza, Jerónimo Blasco.

Según ha explicado, la Virgen del Pilar posee más mantos que días del año y por eso se cambian cada día, por lo que "la tradición es que se cambie" para mostrar la enorme riqueza y variedad de estas piezas. Blasco ha precisado, respecto a la elección de mantos de carácter histórico y vinculados a la Hispanidad, que hasta ahora "no reflejábamos bastante este concepto", y el acto central de las fiestas "era una ocasión para hacerlo".

El alcalde, Juan Alberto Belloch, solo ha hablado del manto de este año y ha comentado que "el rojo es el color de Zaragoza y tiene que gustar a todos por definición".