Fiestas del Pilar 2012

El mayor muestrario de Zaragoza

La Feria de Muestras cumple su 72º edición con cientos de expositores de productos gastronómicos, automoción, menaje y decoración y el Ecuzar -campeonato de doma-.

Como cada fiestas del Pilar, la Feria de Muestras de Zaragoza abre sus puertas a los zaragozanos. En esta ocasión lo hace con nueve pabellones repletos de actividades. Desde el placer gastronómico hasta la velocidad de los karts pasando por la automoción, las actividades del Ejército o el menaje y la decoración.


Miles son los curiosos que se acercan a los 'stands' para conocer el producto más innovador, el vehículo con mejores prestaciones o los embutidos más sabrosos. Durante la mañana del martes, los más mayores fueron los protagonistas. En el día de la tercera edad, aprovecharon la importancia de su 'tercera juventud' para asistir gratuitamente al recinto. 


Lo mejor de cada casa

Quesos guipuzcoanos, jamón de Zamora o Extremadura y por supuesto el ternasco aragonés. Lo mejor de cada casa se dan cita en el pabellón 1 de la Feria de Muestras. Los visitantes se acercan a los puestos y degustan el producto. La siguiente reacción es asentir con satisfacción y preguntar por el origen y el precio. Algunos compran, otros se apuntan el nombre para una visita posterior.


Lugar de picoteo y para reponer fuerzas, el primer pabellón se convierte en el campo base al que volver si en la larga caminata por los 93.821 metros cuadrados de la Feria se hace larga y las piernas piden un bocadillo de jamón, de ternasco, una buena ración de pulpo o un dulce -que nunca disgusta-.


Saber comprar a los que saben vender

¡Pasen y vean! Ese podría ser el grito de guerra del segundo pabellón de la Feria de Muestras de Zaragoza. Los hábiles vendedores demuestran sus dotes con demostraciones de sus productos que congregan a muchos curiosos, que se dejan convencer -o no-. Sartenes que no se pegan, perchas mágicas, limpiadores superefectivos y los productos más sorprendentes comparten espacio con toda clase de muebles de decoración y arte. Un lugar para pararse a observar sin prisa.


Tanques e información

El ejercito está al mando del tercer pabellón. Tanques, equipos de combate, lanchas y demás vehículos militares tienen cabida en este espacio.


Tan espectaculares que parecen irreales, los carros de combate hacen las delicias de los más pequeños impresionados por su magnitud y agradecidos por las explicaciones y la posibilidad de ser parte del ejercito por un día con las actividades preparadas para el público infantil. 


Espacio para la velocidad

Los vehículos nuevos, seminuevos y de ocasión, así como caravanas y vehículos comerciales ocupan la inmensidad del pabellón 4.


Los conductores noveles, dueños de viejos coches o simples curiosos se aproximan con precaución a la carrocería de los vehículos para observar el precio y las características del mismo. Los convencidos se acercan al comercial, los más indecisos se dirigen a la siguiente fila de coches.


Tras ver los vehículos estacionados y para eliminar el 'gusanillo de la velocidad' el pabellón 11 ofrece una pista de karting para los más atrevidos.


La elegancia de la equitación

Al trote. Uno elegante con cabeza erguida. El campeonato nacional de Doma Clásica se celebra en los pabellones 6 y 8. Oportunidad de ver los mejores jinetes a lomos de caballos de reluciente cabello compitiendo. Una gran zona de arena donde exhibir esta clásica competición ante los ojos de los espectadores entendidos y de los curiosos menos doctos.


Se trata de otro de los lugares favoritos de los más pequeños -junto al pabellón de las atracciones de feria-. La posibilidad de montar en un poni o de acariciar el suave cabello de unos burros dóciles y agradecidos hace que se conviertan en las mejores instantáneas y recuerdos de la visita por la feria.