Una playa otoñal y camas elásticas para los pequeños

El Parque Delicias es el epicentro de la diversión infantil durante estas fiestas.

Jugar con la arena y pescar patitos, las actividades preferidas de los 'peques'.
Una playa otoñal y camas elásticas para los pequeños
S.A.C.

El Parque Delicias se ha vestido de Colores de Otoño, pero la playa es uno de los lugares favoritos de los niños que acuden estos días a pasar un buen rato hasta allí. Aunque es un mar un poco especial: no se puede nadar, pero sí pescar, aunque no peces, sino patos. Una actividad que a Irene, de 6 años, le encanta. “En casa tengo, pero aquí es más grande”, explicaba.


Antes de empezar, es necesario coger una caña y tener mucha concentración. Tanta como Ixeya, una niña de 4 años que solo tenía ojos para los pequeños patos de goma que huían del anzuelo. “Está tan centrada que hasta se pone nerviosa”, reconocía su madre. Antes, había estado en el arenero, “pero en cuanto ha podido se ha venido aquí”.


Ixeya ya había pasado por otra de las estrellas del parque, el circuito que acaba en las camas elásticas. Aquí, una fila rodea la zona, aunque no asusta a los más pequeños. “Me gusta mucho saltar, hoy hemos venido lo primero, pero ayer también estuve donde las olas”, recordaba Adrián, de solo 3 años, que no veía el momento de pasar a los juegos tradicionales.


En ellos, se pone a prueba de nuevo la habilidad de los niños, con juegos en los que tienen que mantener una bola con ayuda de unas varas de madera o pescar otras a través de los agujeros de una tabla de madera. Allí estaban María Antonia y su hermana Elisa, que acuden todos los días al parque y estaban tan entretenidas que no querían irse.


Cerca, los niños eligen disfraz y se hacen una foto de recuerdo y un poco más lejos, se dedican a fabricar geniecillos del bosque. En ello estaba Álvaro, de 3 años, aunque al final cambió de idea y se decidió por crear un ratón con plastilina, palillos y una de las hojas que caían del árbol a cuya sombra se encontraba junto a sus padres. Pero esta no es la única actividad artística. Los pequeños aprendices de pintor se daban cita en los pequeños caballetes en los que realizar un dibujo nocturno. “He pintado una casa, un murciélago y una luna”, explicaba Zaira, quien ya repetía en el parque. “Por ahora he estado pintando y en las colchonetas”. Y los pequeños artistas todavía tienen una parada más en el árbol de los escudos, junto al cual los más guerreros pueden prepararse para batallar con una de estas protecciones hechas con sus propias manos.


Para los que todas estas atracciones les quedan grandes, también hay un espacio. Los bebés pueden jugar en el hinchable, blanditos y cómodos a su sombra, o dedicarse a las “cocinitas”, como hacían Luis, de 2 años y su hermano Javier, de 5. “Al pequeño sobre todo le encanta”, indican sus padres, José y Carmen. “El domingo ya vinimos, pero había mucha gente y solo se montaron en las colchonetas. Hoy ya hemos venido con más calma”.


Los más pequeños no solo pueden disfrutar de los juegos, sino también de los numerosos espectáculos que se desarrollan en los dos escenarios. Por ejemplo, este lunes por la tarde, las hermanas Luci y Estela se subieron a uno de ellos para contar cuentos y cantar durante una hora con los niños que querían compartir sus aventuras.


Además, un pasacalles recorre el parque con un espectáculo de malabares que deja boquiabiertos a grandes y pequeños.

Porque la diversión en el Parque Delicias no es solo para niños. Por ejemplo, el jueves es el turno del payaso Leo Bassi, en un espectáculo que recopila los mejores momentos de su carrera. Pero eso ya, es otra historia...