Mucho humor y picardía para fiesteros veteranos

La revista vuelve a hacerse un hueco una vez más en la programación teatral durante las fiestas.

Números clásicos y otros más innovadores jalonan la revista
Mucho humor y picardía para fiesteros veteranos
S.A.C.

“Los ingredientes de la revista son el humor, algo fundamental; un vestuario lujosísimo, con muchas plumas y que deslumbre, y los chicos y chicas, porque la revista no es cabaré pero sí frívola”. Quien resume de esta manera un género ligado a los festejos populares es Luis Pardos, que un año más trae a Zaragoza a su compañía para mantener vivo el espíritu de la revista siguiendo los pasos de esta receta.


En esta ocasión, es el auditorio del World Trade Center Zaragoza el escenario en el que las plumas y la brillantina se lucen sin complejos. Entre el público, muchos incondicionales que repiten año tras año. “Por lo menos es la tercera vez que venimos, porque nos hace pasar un rato muy bueno”, explicaba a la entrada Gloria Ibáñez, que acompañada de María Antonia, Jesús y Pedro esperaban a que se abriesen las puertas. Todos tenían claro qué es lo que más les gusta. “Los chistes, porque todo el tiempo nos estamos riendo”, aseguraban. También repetían Maruja, Pura y Trini, “amigas y residentes en Zaragoza”. “Lo vimos hace dos años en la Multiusos y estuvo muy majo”, explicaban.


Aunque la mayor parte del público ya había podido acudir muchas veces a este tipo de espectáculos, también había algunas caras nuevas. Era el caso de Edu, que con 10 años era el más joven en las butacas. “Es la primera vez que viene, aunque nosotros sí que fuimos a una revista hace años”, explicaban Asun y Julio, sus padres. Su hermano Alejandro y su abuela Lola también les acompañaban. “Está cerca de casa y podemos estar toda la familia”, indicaban. También venía en familia Judith, a quien le habían regalado las entradas. “Hemos venido a reírnos”.


Con las luces ya apagadas, el espectáculo es para todos los gustos. La música y las lentejuelas son las protagonistas de los primeros números, donde bailarines con poca ropa pero muy recargada juegan con la complicidad de un público que aplaude a rabiar en cada pausa.


“La revista ha evolucionado, dentro de los cánones. Por ejemplo, la música es moderna y las vedettes ya no bajan al público”, explica Pardos. Un ejemplo de estas innovaciones son los números del cuarteto Flip Flap, que dejó boquiabiertos a los presentes con sus equilibrios y con su ritmo en el número de rock acrobático.


Pero la risa es, efectivamente, el ingrediente principal de la receta. Varios sketchs cómicos jalonan la primera parte de la revista y en la segunda, la estrella es Manolo Royo, quien consiguió que el público juzgase acertado su título, ‘Desternillante’. En su monólogo mezcló temas clásicos, como la falta de comprensión entre padres e hijos, con otros de actualidad, como el Caso Pujol.


Un número final, en la línea de la revista más clásica pero con elementos novedosos, como la ropa fluorescente, sirvió de despedida tras dos horas de espectáculo, que fue muy aplaudido por los presentes.