Devórame otra vez... y otra

Decenas de familias hacenn cola para que los niños puedan deslizarse por el interior del baturro.

El Tragachicos ha vuelto a hacer las delicias de los más pequeños
Devórame otra vez... y otra
m.f.

Tragantúa, más conocido como el Tragachicos, hace, un año más, las delicias de los pequeños zaragozanos en las Fiestas del Pilar. Cientos de ellos se acercan a la plaza de San Bruno para asomarme por la boca de este peculiar baturro y descender por el tobogán hasta sus posaderas.


Los familias esperaban su turno este domingo en una fila que llegaba hasta la Plaza del Pilar, aunque solo tenían que aguardar unos minutos. Esta estructura mítica de las fiestas de los zaragozanos es un ejemplo del éxito de las cosas más sencillas. "Los pequeños se conforman con poco", explicaba una de las madres.


Aquellos que iban saliendo del Tragachicos lo hacían con caras en las que se notaba un subidón de adrenalina para unos o una pequeña decepción para los más lanzados. Aunque no se trate del tobogán más trepidante del mundo,  la mayoría de los asistentes, de unos 5 años, aseguran que el Tragachicos es especial. Es el caso de Gemma, a la que acompañaba su madre Isabel. "Yo me he montado un montón de veces, este año ya van cuatro", explicaba esta pequeña zaragozana de tan solo cuatro años.


No todos aguantaban el recorrido por el interior del baturro. Para algunos la experiencia era "demasiado fuerte" y buscaban los brazos de sus padres nada más salir del tobogán. 


No es el caso de Jorge y Adrián, dos hermanos de cinco años que aseguraban, entre risas traviesas, que a ellos les preocupaba más que se hiciera "pis o caca". 


Los padres que se acercan hasta allí para acompañar a sus hijos admiten que el Tragachicos tiene algo especial. "Solo es un tobogán, pero a ellos les gusta mucho, creo que es porque no hay otro igual", comentaba Laura, la madre de Lucas. Él, sin embargo, tenía otra visión. "Lo más divertido es que entras por la boca y sales por el ...", incidía entre risas. 


El Tragachicos es, sin duda, una de las atracciones estelares para los más pequeños en estas fiestas.


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