La Ofrenda más entrañable, colorida y social

La Ofrenda de Frutos, organizada por las Casas Regionales, recoge más de 9.000 kilos de alimentos, que se destinarán a comedores sociales.

Participantes de la Ofrenda de Frutos, poco antes de empezar, en la plaza de Santa Engracia.
Participantes de la Ofrenda de Frutos, poco antes de empezar, en la plaza de Santa Engracia.
Daniel Marzo

"¡Vamos, canastillas arriba!", daba la orden de inicio de la Ofrenda de Frutos un miembro de la organización. Y así, con canastillas y cestas llenos de frutas, verduras, empanadas, pastas, dulces, embutidos, vinos y más productos exquisitos comenzaba a las 11.00 la Ofrenda de Frutos, cada año más colorida, con más público y más popular.

Los frutos toman el relevo de las flores en la mañana del 13 de octubre desde hace 53 años. La Federación de Casas Regionales de Aragón organiza este acto en el que han participado cerca de 2.000 personas de 64 grupos de diferentes casas regionales y otras entidades. La Casa de Melilla desfilaba por primera vez.

A diferencia de la multitudinaria ofrenda floral, la de frutos está limitada en el número de grupos participantes y de oferentes. Resulta así más ágil (dura en total tres horas) y también más cercana. Lo que crece cada año es el público que se concentra durante todo el recorrido: desde la plaza de Santa Engracia, pasando por Independencia, calle Alfonso I y plaza del Pilar.

El Grupo Aragonés El Pilar ha abierto la Ofrenda, como todos los años. Tras ellos, siguiendo la tradición, el grupo de la Policía Local y las doce casas regionales y provinciales. Y después, grupos de pueblos, barrios y asociaciones culturales. Y cerrando, la Asociación de detallistas del Mercado Central.

"La Ofrenda de Frutos tiene una labor social y religiosa, y también lúdica. Es un acto muy bonito para que los grupos muestren sus trajes y su folclore", destacaba José María Arilla, presidente de la Federación de Casas Regionales en Aragón (que este año estrenaba el cargo).

"Venimos todos los años a ver la Ofrenda de Frutos, es más tranquila que la de flores. Nos gusta ver los trajes típicos y todos los productos que llevan", contaban Julia Izaguerri, Carlos Arquillué y Carmen Yus, en la acera de Independencia. Y del público salían comentarios que hacían la boca agua: "Mira, cebollas de Fuentes". "Tortas de Leciñena" "¡Hala, qué calabazas!".

"Las llamamos las calabazas de la Virgen. Las plantan mis padres todos los años en Jaraba y las cogemos en septiembre para traerlas a la Ofrenda. Este año cogimos una de 40 kilos, pero era más complicado traerla y hemos venido con cuatro que suman 42 kilos", explicaba Sara Baeyens, del grupo de la Policía Local, tirando de un carrito con las calabazas. "Venimos todos los años casi la misma gente. La Ofrenda es muy entrañable y social", apuntaba.

Alimentos, música y dance en la Ofrenda de Frutos a la Virgen

Durante todo el recorrido se sucedían las jotas, sevillanas, cánticos y bailes de los distintos grupos. "Nos gusta salir todos los años y mostrar nuestras tradiciones. Nos sentimos maños y andaluces por igual", destacaban Josefina Romero y José Miguel López, de la Casa de Andalucía, mientras cargaban una cesta con cortadillos, tortas, judías, lentejas y manzanilla.

A mediodía, con las campanas de fondo, entraba el primer grupo en la basílica del Pilar. Y el último, casi a las dos de la tarde. Todos los oferentes han pasado ante la Virgen y después en la parte trasera de la basílica los voluntarios han recogido los alimentos (más de 9.000 kilos) para llevarlos a la Hermandad del Santo Refugio. Los frutos de la ofrenda se repartirán este año entre el comedor social del Carmen, el de San Antonio y Proyecto Hombre.

El alcalde, Pedro Santisteve -que no ha acudido al acto religioso en el interior de la basílica-, ha recibido después a las casas regionales en el Salón de recepciones del Ayuntamiento, junto con el consejero de Cultura, Fernando Rivarés.

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